Luego de que las autoridades ucranianas revelaron el hallazgo de más de 400 cadáveres de civiles, un coro ha resonado en los niveles más altos del poder político de Occidente, pidiendo rendición de cuentas, acciones judiciales y castigo. El lunes, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy dijo que estas muertes eran “genocidio” y “crímenes de guerra”, y el mandatario estadounidense Joe Biden señaló que su homólogo ruso Vladimir Putin es “un criminal de guerra” que debería ser enjuiciado.