“Estuvo bien feo, no hallábamos qué hacer, nomás veíamos como corría el agua y luego se empezó a meter y mire hasta donde llegó, nomás hubiera visto”, fueron las palabras de una de las integrantes de la familia Herrera Gómez, del ejido Santo Niño Aguanaval de Matamoros; una de las comunidades más afectadas por la lluvia que se registró la noche del domingo y madrugada del lunes.