Los príncipes Guillermo y Enrique, distanciados desde hace más de un año, han salido juntos con sus respectivas esposas, Catalina y Meghan, al exterior del castillo de Windsor, a las afueras de Londres, para saludar a la gente allí congregada para expresar el pésame por la muerte de Isabel II. Paralelamente, se ha visto al rey Carlos III dejar en Rolls-Royce el palacio de Buckingham, en la capital, y cómo su vehículo se paraba en medio de la avenida para que pudiera salir a saludar a la multitud.