Un mural prehispánico descubierto en 1969 en la zona arqueológica de Cholula, en el estado mexicano de Puebla, ya puede ser admirado por los turistas después de años de labores de restauración. (EFE)
Un mural prehispánico descubierto en 1969 en la zona arqueológica de Cholula, en el estado mexicano de Puebla, ya puede ser admirado por los turistas después de años de labores de restauración, informó hoy el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El mural "Los bebedores", pintado hace 1,800 años con colores muy vivos, había permanecido oculto hasta que fue descubierto en 1969 en el interior de la Gran Pirámide de Cholula.
De 60 metros de longitud y una altura promedio de 2.5 metros, el mural fue pintado en un nivel inferior de la Plaza de los Altares, que hacia el año 200 d.C. era la fachada de uno de los edificios de la ciudad, así que estaba a plena vista.
Sin embargo, siglo y medio después fue cubierto "con una etapa constructiva a la que se decoró con diseños más geométricos".
Ahora podrá ser admirado durante "visitas controladas" en las temporadas en que los restauradores trabajan en el sitio. En esta temporada, los interesados podrán conocer el mural hasta la primera semana de julio, precisó el organismo.
En la obra hay 164 personajes que participan de una celebración donde el pulque corre a manos llenas, así que todos están "en estado de embriaguez", señala Enrique Lozoya, del equipo de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC) del INAH que trabaja en el lugar.
Además de ver el trabajo de conservación en plena acción, los visitantes podrán conocer de los propios restauradores la interpretación que se ha hecho en años recientes de "Los bebedores" y otro mural, "Barras y estrellas", plasmado en la Gran Pirámide.
Valerie Magar, titular de la CNCPC, explicó que la labor de preservación de las pinturas ha sido titánica, pues al haber sido elaboradas sobre aplanados de tierra son sensibles a variaciones de humedad y temperatura.
Es necesario buscar alternativas para el adecuado desalojo del agua, de tal forma que los murales no se conviertan en frentes de evaporación, apuntó.
La restauradora Dulce María Grimaldi detalló que la intervención sobre "Los bebedores" comenzó en 2009 y explicó que en la actual temporada se trabaja en el diagnóstico del problema de humedad en la última sección del mural, algunas de cuyas imágenes están ocultas.
Destacó la importancia de realizar estos recorridos, aunque sea para grupos reducidos y por temporadas, pues el objetivo de su conservación "es que finalmente la pintura pueda ser compartida con los visitantes".