Lo único cierto sobre la cifra de muertos en el este de Ucrania, donde las tropas del gobierno luchan contra rebeldes separatistas, es que está en aumento.
Después de arrancar con tropiezos, los esfuerzos del gobierno para repelar la ola de insurgencia pro rusa han tomado ímpetu las últimas semanas. Ello ha significado con frecuencia decesos entre la población civil, ya que el ejército despliega artillería pesada y a su fuerza aérea para atacar a los rebeldes que han usado zonas residenciales para resguardarse.
El procurador general Vitali Yarema dijo esta semana que las autoridades buscarán detectar cualquier baja en la zona de operación del gobierno.
"Cada muerte, cada lesión, cada cadáver no identificado se incluirá en el registro unificado de investigaciones preliminares, y cada caso será investigado tanto como sea posible", dijo.
El desgobierno y los continuos combates dificultan que el gobierno entregue cifras sólidas. El Ministerio de Salud anunció el jueves que 478 personas habían muerto en las regiones orientales afectadas por las revueltas desde abril. Las autoridades precisaron después que ello incluía muertes por causas naturales, y que no era posible saber por ahora quién había muerto como resultado directo de los combates.
El ministerio dijo que trata de obtener cifras más detalladas, pero que esto podría tardar varias semanas.
Naciones Unidas, que en junio reportó 356 muertos, incluidos 257 civiles, ha expresado alarma por el número de civiles que quedan atrapados en el fuego cruzado desde que se reanudaron los enfrentamientos al terminar la tregua de 10 días a finales del mes pasado.
La directora de derechos humanos de la ONU Navi Pillay señaló la semana pasada que al menos cinco niños habían muerto en las regiones de Donetsk y Lugansk en junio.
"También ha habido reportes sobre el uso de minas, que se presume causaron la muerte de tres personas y heridas a varias más", agregó.
Además, para el viernes, el Ministerio de Defensa había confirmado que poco más de 200 soldados han muerto en combate.
El tanto, el representante de la República Popular de Donetsk, Andréi Purguin, dijo el viernes a The Associated Press que más de 500 rebeldes habían muerto en combate.