MARTINA ESPINO, Comisariada El Manantial.
Al final de cuentas y pese a las carencias por falta de apoyo, es funcional trabajar el campo de manera cooperativa, como lo pidió el General Lázaro Cárdenas, durante el Reparto Agrario plasmado en la Constitución en el año de 1917 y que se efectuó en la Región Lagunera en 1936.
Un ejemplo de trabajar el campo y hacerlo autosustentable, como se plasmó en el Reparto Agrario, es el Ejido El Manantial, de Matamoros, el cual desde hace 74 años trabaja de manera cooperativa, es decir, conserva y trabaja sus 417 hectáreas que les fueron entregadas a 25 campesinos. Ahora, sus descendientes viven en el ejido y continúan trabajándolo.
El Reparto Agrario trajo al campo la formación de pequeñas unidades productivas autosuficientes, que son conocidas como ejidos, los cuales consistían en una dotación de tierras que eran entregadas a los campesinos para que las aprovecharan a su conveniencia. Sin embargo, este modelo de autosustentabilidad fue desapareciendo con el paso de los años, cuando los campesinos empezaron a vender sus tierras. No fue así con el ejido El Manantial, el cual conserva la política de cooperativa sustentable desde el 13 de noviembre de 1936, cuando se fundó el ejido.
Tras 45 minutos de recorrido bajo el intenso sol, en medio de un largo camino adornado de paisajes desérticos se encuentra el ejido El Manantial, ubicado al suroeste del municipio de Matamoros.
A diferencia de años atrás, la vid y posteriormente los nogales que adornaban la entrada del ejido ahora lucen secos y abandonados, rodeados por hectáreas de árida tierra.
Las calles se encuentran desérticas. Sólo se escucha el mugir de las vacas y llega el intenso olor de los establos, que a la fecha son el sustento de los mil habitantes de El Manantial.
Tras recorrer las ahora pavimentadas calles, con casas amplias y de brillantes colores se pueden observar pipas cargadas con leche que salen del ejido.
Al final de la calle, en el área donde se ordeñan las vacas nos encontramos con Martina Espino, comisariada ejidal de El Manantial, quien como las mujeres del campo se encuentra trabajando desde temprana hora.
Tras un afectuoso recibimiento y al preguntarle sobre la situación actual del ejido, Martina comentó que la vida en el campo no es fácil y mostrando una actitud convencida afirma que nunca renunciarán a la promesa hecha por sus antepasados de trabajar como cooperativa.
"Tenemos muchas carencias porque nos falta mucho apoyo, sin embrago vamos a continuar trabajando duro para salir adelante, para nosotros la palabra rendirnos no existe", dijo la comisariada.
"Estamos orgullosos de ser de rancho, como luego nos dice la gente, porque cada logro es nuestro, estas casas, estas vacas y los buenos muchachos son de aquí del rancho", expresó la comisariada.
"Estamos saliendo adelante, tenemos muchos proyectos, como que funcione de nueva cuenta una noria y tener un establo y área de ordeño de primer mundo, para esto ya viajamos al D.F. para platicar y negociar".
