¡Frena la diarrea!

La deshidratación en un bebé puede generar consecuencias fatales, y ésta se puede dar con diarreas que deben ser controladas a tiempo. Muchos padres, sobre todo primerizos, confunden una diarrea con la forma de defecar de los recién nacidos pues suele ser muy líquida, por lo que es importante saber distinguirla para tratar el padecimiento de manera inmediata. De igual manera, deben estar enterados sobre qué darles a los bebés cuando sufren diarrea, y más importante aún, que no darles. En entrevista con Miguel Ramírez Arenas, gastroenterólogo pediatra, conoce todo lo referente a este padecimiento.

¿Diarrea o normal?

El especialista explica que la manera de determinar si el bebé sufre de diarrea o no es con el aumento de la frecuencia en las evacuaciones, o bien, una disminución importante en su consistencia, siempre tomando como base la cantidad de veces que evacua al día el pequeño, pues cada bebé es distinto. Si por ejemplo normalmente defeca tres veces al día, pero comienza a aumentar a cinco, es indicio de diarrea.

El doctor Ramírez explica que del 80 al 90 por ciento de las enfermedades diarreicas en menores de cinco años son de tipo viral, siendo la principal causa; son infecciones que no requieren antibiótico y fáciles de diseminar. Los virus pueden vivir hasta cuatro días en lugares donde hay muchos niños, como escuelas, jardín de niños, guarderías, etcétera. El otro porcentaje se deben a enfermedades gastrointestinales bacterianas, las cuales comúnmente se deben a alimentos en malas condiciones higiénicas, “aquí en la región también tiene mucho que ver los frecuentes terregales”, agrega Ramírez.

¿Cómo detenerla?

“La diarrea en un bebé es muy riesgosa debido a que la posibilidad de sufrir una deshidratación grave es muy grande, sobre todo en niños menores de cinco años”, explica el doctor. La deshidratación es una de las principales causas de mortalidad infantil en México.

Para frenar la diarrea es necesario proporcionar una adecuada hidratación al pequeño. El bebé que aún esta siendo alimentado con pecho debe seguir con la leche materna, pues brinda hierro, inmunoglobulinas, probióticos, enzimas, antibióticos naturales, entre otros grandes beneficios; se debe tomar en cuenta la cantidad de lactosa que contiene la leche materna, pues hace las evacuaciones de los bebés más líquidas, lo que es totalmente normal. Para los más grandes, se recomienda la rehidratación con vida suero oral o con sueros con una concentración adecuada, evitando los comerciales. “El vida suero oral es algo salado y no siempre se lo toman, por lo que si se decide optar por marcas comerciales se debe asegurar que sea un suero con una concentración de sodio de SR 60. De menor cantidad, que son los más comunes, no servirán de nada”, explica el especialista. Si el pequeño sufre de diarrea, se recomienda suministrarle alrededor de 30 ml de suero por cada evacuación y no suspender la alimentación.

En la mayoría de los casos de diarrea, también se llegan a presentar vómitos, lo que hace la deshidratación más rápida. Si además se presentan síntomas como sed, llantos sin lágrimas, ojos hundidos, piel y boca seca o disminución o coloración muy oscura en la orina es momento de acudir con un especialista.

La mejor alimentación

Una vez que el bebé deja la leche materna hay que evitar los lácteos, pues el exceso de lactosa puede provocar más diarrea, así como también no suministrarle bebidas o jugos azucarados, principalmente industrializados incluyendo los de soya por la gran cantidad de azúcares que no se van a absorber y van a provocar diarrea por sí solos. A partir de los cinco meses se puede comenzar a incluir frutas y verduras en la alimentación del bebé; la verdura debe ser hervida, molida y colada y la fruta puede ser cruda o también cocida y no se les debe agregar ningún tipo de sal, azúcar, miel, etcétera.

Errores comunes de los padres

El doctor Miguel Ramírez Arenas, gastroenterólogo pediatra, numera cuáles son algunos de los errores más comunes de los padres que tienen o creen tener un hijo con diarrea:

1. El uso de antibióticos: Se piensa que como tiene diarrea o infección se debe suministrar antibióticos, lo cual aumenta el número de días del proceso y además, daña el intestino. Su uso debe ser estrictamente recetado por un pediatra.

2. Sueros comerciales: Los sueros con una concentración de sodio menor a 60 no están diseñados para un paciente con deshidratación.

3. Lácteos y jugos: Gran parte de los niños pequeños no les gusta el agua natural, por lo que los padres optan por darles jugos o lácteos cuando tienen diarrea; esto únicamente aumenta el padecimiento.

4. Cambiar de leche de fórmula: Hay padres que alimentan a su bebé con leche de fórmula y al ver evacuaciones muy líquidas creen que es diarrea y que esa marca de leche no es la ideal para ellos. Es un error muy común y se recomienda que no les cambien de producto a menos que el pediatra lo indique. De igual manera, hay fórmulas especializadas antidiarreicas que deben ser utilizadas únicamente en situaciones que el médico lo indique, no cuando los padres crean que el bebé tiene diarrea.