¡Una inyección, no por favor!
Las temidas inyecciones, la verdadera razón por la que muchos niños detestan visitar al doctor ¿Qué podemos hacer para evitar que sufran con ellas, si son un verdadero terror incluso para nosotros? Aquí te damos algunos consejos:
Antes
Lo primero que hay que hacer es explicar a los chicos lo que va a pasar y por qué, cuanto mejor entienda su situación, mejor será su reacción. Hay que ser honestos y advertirles que muy probablemente les va a doler, pero que sin embargo esto será por muy poco tiempo.
Un error en el que muchos padres caen es hacer ver las inyecciones como un castigo. “Si te portas mal, te llevo a vacunar” y frases similares deben de ser eliminadas de tu vocabulario, ya que lo único que provocan es crearles un miedo injustificado ante este procedimiento.
Durante
Lo mejor es darle una distracción, un muñeco o juguete es lo mejor para los más pequeños; si ya son más grandes, dejarlos oír su música favorita o ver un video con audífonos los va a aislar y se van a concentrar solo en esas cosas. De esta manera, es probable que ni siquiera se den cuenta del pinchazo de la aguja.
Hacer ejercicios de relajación como apretar y soltar el puño cada 5 segundos hará que relajen sus músculos y controlen su respiración. Recuerda, lo más importante que debes hacer es tú como padre mostrarte relajado e intentar transmitirle la mayor seguridad.
Después
Planear algo agradable como un regalo o una salida para después de la inyección hará que tu hijo la vea con mejores ojos y puede ayudarlos a sentir menos temor para las próximas ocasiones. Justo al terminar, elógialo y dile lo valiente que fue.
A veces los niños pueden presentar reacciones leves como dolor, salpullido, enrojecimiento o hinchazón. Esto es normal y no dura mucho tiempo pero puedes aplicar hielo o un pañuelo frio para adormecer el área y disminuir la hinchazón.
Primeros Auxilios: Cómo aplicar una inyección
Es probable que en algún momento no encuentres a su disposición un doctor o algún experto y tendrás que aplicarles la inyección tu mismo. No hay que alarmarse, aunque es un procedimiento de cuidado, siguiendo una serie de pasos podrás hacerlo de manera correcta y sin ninguna complicación.
Lo más importante
Antes de siquiera pensar en cómo aplicar una inyección, lo más importante es cerciorarse que todo este en orden. Fíjate si es el medicamento correcto, si es la cantidad exacta recetada por el doctor, si la fecha de caducidad no ha expirado y si la jeringa está sellada y esterilizada.
Dónde aplicarla
Hombros
Es recomendable no aplicarla en niños muy pequeños o si la persona es muy delgada. Para saber en donde aplicar la inyección traza un triángulo invertido imaginario y apunta justo en el centro.
Muslo
El muslo es un lugar poco conocido pero igual de efectivo para aplicar una inyección, sobre todo en menores de tres años. Divide el muslo en tres partes iguales siendo el centro el lugar para pinchar.
Glúteo
Se trazan dos lineas imaginarias justo en el centro para formar una cruz que abarque toda el área, se escoge el cuadrante superior externo, para evitar tocar el nervio ciático.
Cómo aplicarla
• Después de desinfectar con alcohol tus manos y el área donde se va a aplicar, rompe la ampolleta con cuidado e introduce la jeringa (procura que no toque las paredes de la ampolleta) succiona la cantidad especifica, posteriormente, expulsa el exceso de aire que se haya introducido y golpea ligeramente la jeringa para eliminar burbujas.
• Con tu otra mano, sostén firmemente el músculo donde se aplicará presionando con tus dedos pulgar e índice; asegúrate de no estar tomando sólo piel.
• Inserta la jeringa rápidamente en el área en un ángulo de 90 grados, si notas que la jeringa se llena de sangre retírala, tírala y comienza el procedimiento de nuevo.
• Inyecta la medicina lentamente en el tejido, una vez terminado retira con suavidad y presiona el área con un pañuelo hasta que deje de sangrar.
• Desecha todo el material usado
• Si se presenta alguna complicación o reacción inmediatamente habla con tu doctor o pide una ambulancia.