Por meses se especuló quién sería. Ya se sabe: el nuevo líder del Cártel de Sinaloa es Dámaso López Serrano, según me confirman altas fuentes de inteligencia.
Le apodan "El Mini Lic", no tiene más de 28 años de edad y es ahijado de Joaquín Guzmán Loera. Su principal credencial: está acusado de dirigir al sanguinario grupo de sicarios conocido como "Los Ántrax".
La información difusa que existe sobre los grupos del narcotráfico y sus líderes más visibles hacía pensar que el sucesor del mando de la poderosa organización sería Ismael "El Mayo" Zambada o Juan José Esparragoza Moreno "El Azul".
Pero desde que lo capturaron en Mazatlán en febrero de este año, "El Chapo" dijo a sus primeros interrogadores, altos funcionarios de la Marina, que su compadre "El Mayo" Zambada andaba escondido en la sierra con ganas de retirarse.
Las autoridades tenían datos de que con sus casi 70 años de edad y resentido de una operación en una pierna que no quedó bien, Zambada difícilmente sería el heredero ideal del inmenso poder de Guzmán Loera.
"El Azul" tampoco estaba ya en su mejor momento, según la misma información oficial. Y encima de todo, su hijo Juan José Esparragoza Jiménez, de unos 25 años de edad, fue detenido en Culiacán por la Marina, en agosto pasado.
Los dos líderes más cercanos a "El Chapo", de la generación que todavía aprendió los secretos del negocio de los históricos del narco, ya no estaban en condiciones de tomar el mando.
El gobierno federal considera ya que "El Mini Lic" es quien ha tomado el control, se supone que con la bendición de los viejos capos.
Es hijo de Dámaso López Núñez, apodado "El Licenciado", un expolicía judicial de Badiraguato, Sinaloa, exagente del Ministerio Público, que fue el número dos en el penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, como director de Seguridad y Custodia. Al salir de este cargo habría dejado las condiciones propicias para que "El Chapo" se fugara de la cárcel un poco después, en enero de 2001.
En el avión que lo trasladó de Culiacán al Distrito Federal tras su recaptura este año, Guzmán Loera pronosticó que "El Licenciado" sería quien se quedaría con el cártel. Recordó que él sí se hizo muy, muy amigo suyo. Luego se volvieron compadres.
El heredero, según estas fuentes fidedignas, fue su junior, Dámaso López Serrano, uno de los jóvenes narcotraficantes que gusta de alardear en redes sociales de sus lujos y su poder, y a quien la DEA describe como "seductor y con tendencia a la sociopatía".
Comenzó oficialmente la era de "El Mini Lic".
SACIAMORBOS
La actuación del de Guerrero pone una nueva bandera de hasta dónde llega el poder impune de los gobernadores sin que exista contrapeso alguno capaz de hacerles pagar el costo político de sus acciones.
Que la víctima más reciente sea un estudiante alemán del Tec -a quien la policía estatal disparó dizque porque no quiso detener su vehículo en un retén- se añade para dar otra dimensión a la crisis a los ojos de la prensa extranjera. Seis muertos y 43 desaparecidos, y encima este caso. A ver si aguanta la suma.