Cuando se pasa el bronceado

El término “tanorexia” aún no ha sido del todo aceptado por la comunidad medica. El psicólogo Juan Marmolejo comenta que la tanorexia, o adicción al bronceado, es un término que se usa para describir una condición en la que una persona genera una necesidad obsesiva para lograr un tono de piel más oscuro, ya sea tomando el sol o en camas de bronceado.

Las personas que padecen esta adicción experimentan una pérdida del control de sus límites, que evitan poder parar el proceso de bronceado una vez que la piel ya está morena; este patrón es similar a otras adicciones, como el alcoholismo, tabaquismo o incluso la anorexia.

Los peligros pueden ser desde el cáncer de piel y quemaduras hasta que el paciente padezca un 'trastorno dismórfico corporal', un trastorno mental en el que la persona es excesivamente crítica en relación a su físico o imagen, ya sea real o imaginado, como sería el caso de los anoréxicos.

Algunos de los síntomas son: compulsión por aumentar y mantener el tono ganado experimentando excesiva ansiedad, competitividad con compañeros por conseguir el bronceado más oscuro, frustración e insatisfacción crónica por los resultados obtenidos, convencimiento constante de que su tono de piel es inferior de lo que realmente es y pérdida de apetito provocada por la sensación de falta de horas al sol.

Para tratar la tanorexia, se recomienda recurrir a un médico especializado en este tipo de conductas, que por lo general, suele ser un psicólogo. Además de este tratamiento, tal vez sea necesario regenerar la piel mediante productos cosméticos especializados que le ayuden a recuperar parte de su hidratación y elasticidad.

Hay que tomar en cuenta que hay que exponerse al sol de manera saludable, no haciéndolo durante las horas centrales del día, protegiéndonos con el bloqueador solar adecuado para cada situación y tipo de piel y considerando que el bronceado debe ser de manera progresiva, sobre todo durante los primeros días, para evitar quemaduras o golpes de calor.

En el caso de las camas de bronceado, las personas que las usan regularmente podrían tener el doble o triple de riesgo de desarrollar melanoma, una forma de cáncer de la piel. Quienes utilizan esta forma de bronceado, tienen en promedio un 75 por ciento más de adquirir este mal en comparación con aquellos que nunca lo han experimentado.

Las personas que han realizado tratamientos bronceadores por más de diez años, o quienes han tenido más de cien sesiones, tienen 2.5 veces más probabilidades de desarrollar cáncer.

En esta región, que se distingue por ser muy calurosa la mayor parte del año y con un sol muy intenso, el especialista recomienda tomar el sol en horarios adecuados, no hacerlo entre once de la mañana y tres de la tarde; llevar una alimentación saludable y una buena hidratación; utilizar un protector solar confiable, sin importar que esté nublado, mínimo 20 minutos antes de exponerse al sol para que la piel absorba sus componentes y protegerse también labios y orejas, ya que a estas zonas no se les toma mucha importancia.

Cómo obtener un buen bronceado

Broncearse en exceso puede causar envejecimiento prematuro y cáncer de piel, por lo que hay que tener mucho cuidado.

*Si quieres tener un bronceado parejo, es mejor caminar que quedarse quieto, ya que todas las partes del cuerpo no están expuestas al sol.

*Utilizar un bloqueador de factor 50; como mínimo, un factor de 15 a 20.

*Tratar que tu bloqueador no sea muy grasoso.

*Si no te gusta el sol, pero deseas un bronceado rápido, parejo y eficaz, puedes optar por el bronceado con aerógrafo.

*Tomar un vaso de jugo con zanahoria todos los días, pues ayuda a tener un color más oscuro y parejo, ya que contiene una sustancia de pigmentación llamada beta – caroteno.