¿Es sano consumir leche?
Cuando hablamos de leche, no sólo hablamos de la leche fluida sino en general de los alimentos lácteos como diversos tipos de leches, una variedad de quesos, crema, mantequilla, helados y el creciente mercado del yogur y de productos probióticos. Ante la avalancha de desinformación y publicaciones pseudocientíficas que vemos todos los días en el internet, ésta es una pregunta frecuente: ¿Es sano consumir leche de vaca? Definitivamente sí, la leche y derivados lácteos no sólo ayudan a los niños y adultos en la construcción de una dieta saludable, sino que también contribuyen a tener vidas más sanas. De hecho, estudios muestran que los productos lácteos, mejoran por completo la calidad de la dieta alimenticia y pueden contribuir a mejorar la salud de los huesos, bajar la presión arterial y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2.
Tendencias en consumo de bebidas en niños. La Dietary Guidelines for Americans (DGA) 2010, señala como bebidas recomendables, para disminuir el consumo excesivo de calorías, la leche baja en grasa o sin grasa, el agua y el jugo con el 100% de contenido frutal, mientras que disuade a los consumidores sobre el consumo de bebidas endulzadas con azúcar como lo son los refrescos y las bebidas frutales. Investigaciones sobre el consumo de bebidas, coinciden con la Dietary Guidelines for Americans y con la American Academy of Pediatrics, en que es recomendable que los niños incrementen el consumo de productos ricos en lácteos y bajos en grasa. Hacer énfasis en el consumo de leche puede ser especialmente importante para niños que no han seguido estas recomendaciones. Promover el consumo de lácteos desde una edad temprana, especialmente en las comidas, puede ser una estrategia clave para mejorar el contenido nutrimental de los patrones alimenticios y ayudar en el desarrollo de los hábitos alimenticios. Para personas de entre 2 y 18 años, consumir tres porciones de lácteos al día, significa el 69% de su consumo total de vitamina D, 38% de calcio, 28% de vitamina A, 22% de potasio, 16% de magnesio y 13% de proteína, correspondiendo solo al 7% del total de las calorías ingeridas.
Consumo de productos lácteos asociado con la reducción de riesgo de padecer presión sanguínea alta. Desde el lanzamiento de la Dietary Guidelines for Americans 2010, investigaciones clínicas y de observación han publicado que un alto consumo de productos lácteos (incluyendo leche, queso y yogur) puede ayudar a reducir los niveles de presión sanguínea de la población. Se ha encontrado que los productos lácteos, bajos o libres de grasa, ayudan significativamente a controlar los niveles de presión sanguínea. Pruebas clínicas examinaron desde los niveles altos de consumo (3 porciones o más al día) hasta niveles más bajos (1 porción o menos al día) y proporcionaron la evidencia más confiable sobre los efectos de los lácteos. La investigación es necesaria para entender el mecanismo subyacente del efecto de los alimentos lácteos para la regulación de la presión sanguínea. El actual cuerpo de investigación, refuerza la importancia de seguir la recomendación para los mayores de 9 años, de consumir 3 porciones de alimentos lácteos bajos o libres de grasa, pues los nutrientes, que se encuentran en estos, tales como el calcio, el potasio, la proteína y la vitamina D, contribuyen con efectos benéficos en la presión sanguínea.
Los lácteos asociados con la salud ósea en adultos. El calcio, la vitamina D y la proteína, son necesarios para el crecimiento saludable de los huesos, así como para su mantenimiento. Los productos lácteos son fuente importante de estos nutrientes. Aunque una gran evidencia sustenta los beneficios del calcio y la vitamina D, para prevenir el desgastamiento óseo y la osteoporosis, estudios sobre los lácteos en adultos, han proporcionado resultados inconsistentes, probablemente debido a la variabilidad de los diseños de estudio. Evidencia publicada, desde el lanzamiento de la Dietary Guidelines for American 2010, indica que el consumo de cantidades adecuadas de alimentos lácteos, calcio y vitamina D, pueden mejorar la masa ósea en adultos, especialmente en mujeres.
El consumo de alimentos lácteos es asociado con la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares. Investigaciones demuestran que un consumo alto de productos lácteos (incluyendo leche, quesos y yoghurt) también puede ayudar a reducir el riego de enfermedades cardiovasculares como síndrome coronario agudo e infartos. Evidencia indica un efecto benéfico de la grasa en la leche o en otros productos lácteos, en relación a las enfermedades cardiovasculares, pues estas contienen una mezcla única de ácidos grasos que producen efectos diferentes a los de otros tipos de grasas saturadas. También se ha encontrado que el consumo de lácteos puede beneficiar a los marcadores biológicos del riesgo de enfermedades cardiovasculares incluyendo la inflamación y el deterioro de las funciones vasculares, es por eso que la Dietary Guidelines for Americans, refuerza su recomendación del consumo de lácteos para prevenir este tipo de enfermedades.
Los alimentos lácteos contribuyen en la creación de dietas más nutritivas. Entre los grupos de alimentos que recomienda la Dietary Guidelines for Americans, como grupos claves para una dieta nutritiva, se encuentran los lácteos bajos o libres de grasas, las frutas y verduras y los granos enteros. Por lo tanto, el consumo de queso, leche y yoghurt, se recomienda para obtener nutrientes como el calcio, la vitamina D, el potasio y magnesio, entre otros. Incluso si no se consume la cantidad recomendada diaria, de 3 porciones al día, la ingesta diaria de lácteos, provee a la dieta de las personas más de la mitad del calcio y la vitamina D necesaria para una dieta saludable. Al añadir una porción de lácteos a la dieta de las personas, se está contribuyendo a tener una dieta más completa y a cerrar las brechas nutrimentales de la población .Es importante destacar, que otros beneficios de los lácteos es su gran disponibilidad a nivel mundial, en algunos países son la única alternativa alimenticia, en países con economías más desarrolladas son muy accesibles y atractivos para el consumidor, además de que existe una gran variedad de productos que se adecuan a las necesidades individuales de las personas, como lo son las opciones de productos lácteos sin sodio o bajos en grasa.
Consumir productos lácteos beneficia su salud y la de su familia. Consuma productos lácteos de elaborados en empresas de La Comarca Lagunera, certificadas en los más estrictos controles y estándares internacionales de calidad e inocuidad alimentaria.
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