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Liguilla C2015

Un Corona repleto enmarca la final

La afición lagunera abarrotó el estadio Corona y apoyó en todo momento a la escuadra lagunera. Sin duda fue un factor clave en el rendimiento del equipo guerrero. Un Corona repleto enmarca la final

La afición lagunera abarrotó el estadio Corona y apoyó en todo momento a la escuadra lagunera. Sin duda fue un factor clave en el rendimiento del equipo guerrero. Un Corona repleto enmarca la final

AARÓN ARGUIJO GAMIOCHIPI

"Boletos agotados" se leía en una manta colocada sobre las desoladas taquillas del TSM, cuya explanada lucía repleta aunque faltaban más de dos horas para el silbatazo inicial. Predominantes los colores verde y blanco entre los aficionados que deambulaban por las planchas de concreto de la casa santista, ahora sí fue abrumadora mayoría local, y encontrar una camiseta queretana parecía una misión prácticamente imposible.

Hubo desde quien ya no volvió a la oficina para el turno vespertino, hasta quien de plano pidió sus vacaciones con el ánimo de observar tranquilamente el juego en la comarca y esperar el de vuelta para el posterior festejo. Asadores con las brasas al rojo vivo, bebidas para amainar el agobiante calor de la tarde lagunera y música que amenizaba el ambiente, era el panorama general en el "tail gate" albiverde, no era para menos luego de una espera de casi 3 años por una nueva final de liga.

Mientras algunos aficionados admitían que visitaban el estadio por primera vez en la temporada, otros presumían que no faltaron una sola vez durante todo el Clausura 2015, una de las temporadas donde los Guerreros más batallaron por asistencia de espectadores. Los Guerreros saltaron a la cancha para calentar a las 19:51 horas, mientras poco a poco se poblaban las tribunas, y a las 20:13 que regresaron a los vestidores, ya la mayoría de los aficionados habían ocupado su lugar.

La orquesta esperanza azteca irrumpió en la cancha para sorpresa de los espectadores, y el cantante lagunero Abraham Batarse tomó el micrófono para entonar el himno nacional, cantado por la totalidad del estadio. A las 20:36 horas sonó el silbatazo inicial de José Alfredo Peñaloza para dar comienzo oficial a la fiesta lagunera que no tardó mucho en estallar con el primer festejo, pues apenas a los 4 minutos de iniciar, Javier "Chuletita" Orozco puso en marcha su noche soñada.

Y a partir de ahí, la fiesta fue total con el segundo y el tercero de los Guerreros y del delantero sinaloense, 32 minutos le bastaron para hacer estallar fuegos artificiales por doquier y para poner en jaque al "Rey Midas" y sus Gallos, que desesperados se fueron a los vestidores con una losa demasiado pesada. La algarabía de los espectadores revivió a las 21:37, cuando los jugadores regresaron a la cancha, con la sorpresa de que Ronaldinho se aprestaba a jugar, ante el abucheo generalizado.

Orozco logró su "póquer" con otra generosa asistencia del africano Djaniny Tavares, anotación que volvió a estremecer cada rincón del TSM y de toda la comarca lagunera, los aficionados se levantaron de sus asientos para festejar el gol y ya no se volvieron a sentar, sabían que la noche era suya, que había que sentir, bailar, gritar, cantar, corear cada jugada de sus Guerreros, con la cereza del pastel cortesía de Diego "Pulpo" González, anotando de cabeza tras un sensacional servicio de Alonso Escoboza que dio forma a la "manita".

Con el transcurrir de los minutos la banda sonora fueron los "olés" ante el paseo que les dieron a los Gallos, mientras que el "tomahawk" y "olé, olé, Santos, Santos" reflejaban la alegría total en la que estaban sumidos los espectadores. Culminó el partido a las 22:25 horas, apagaron las torres de iluminación del estadio, en las pantallas se proyectó un mensaje de Alejandro Irarragorri para corear el himno de los Guerreros, y aunque faltan 90 minutos por disputar, el adjetivo de "campeón" ya está impregnado en la afición santista.

Mucha vigilancia

Con el fin de evitar hechos de violencia, elementos del Ejército mexicano y policías municipales resguardaron el estadio Corona y sus inmediaciones donde se jugó la final de ida del Torneo Clausura 2015 entre Santos laguna y Querétaro.

Alrededor de 700 efectivos de ambas corporaciones laboraron en el coso lagunero.

En el interior del recinto estuvo personal del Ministerio Público que estuvo atento a cualquier denuncia que se pudo presentar en el encuentro.

A lo largo de la semana, hubo reuniones entre las distintas autoridades de seguridad para garantizar un espectáculo en paz en Torreón.

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