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CUERNAVACA, MOR.- La falta de un estadio en Morelos había impedido el nacimiento de los Colibríes en el máximo circuito del futbol mexicano.
Pero ayer, tras la anuencia de la asamblea de presidentes de la Rama de la Primera División para que el club utilice el Estadio Mariano Matamoros de Xochitepec, se dio la bienvenida a los Colibríes y el adiós a los Toros del Atlético Celaya.
Ahora sólo falta que la Comisión Revisora de Estadios y el Consejo Nacional de la Federación Mexicana de Futbol (FMF) avalen el inmueble.
A cada paso, en esta ciudad se respira a futbol de Primera División. La ilusión crece entre los lugareños ante la sequía de 17 años sin un equipo representativo del estado de Morelos.
La temporada 1984-85 marcó el descenso del Zacatepec. Un penalty mal cobrado decidió todo en favor del Necaxa.
Rodolfo Sotelo, protagonista de aquella final, recuerda: "Después de ese partido jugué una temporada más en segunda división y luego me retiré. Me quedé con la espinita por el hecho de no ascender a la primera".
Cañero de toda la vida (1969-89), Sotelo dirige ahora a los Colibríes de Cuernavaca en la segunda división. El también anhela emprender el regreso al máximo circuito, aunque ahora como estratega. Y el sueño no está lejano. Jorge Luis Rodríguez Marié, presidente de Aerolíneas Internacionales y dueño del Atlético Celaya y de estos Colibríes de Cuernavaca, decidió emprender el vuelo.
El escenario finalmente llegó: se trata del Estadio Mariano Matamoros, ubicado en el municipio de Xochitepec y donde anteriormente jugaba el Marte Morelos. El campo tiene capacidad para 18 mil fanáticos y será la casa de Colibríes en el Torneo de Clausura 2003.
Las instalaciones sólo servirán de manera provisional, ya que a la fecha el empresario invierte en la construcción de un estadio a las afueras de Cuernavaca con capacidad para 32 mil aficionados y que incluirá 112 palcos.
Junto al coloso se construirá una casa club con 18 habitaciones dobles, restaurante, salón de conferencias, un pequeño estadio para segunda división y fuerzas básicas, además de cuatro canchas adicionales de práctica. Se le piensa bautizar: "El Nido del Colibrí".
Sin embargo, el sueño será una realidad hasta mediados del 2003. En lo que más se ha batallado es en la cimentación. Se han enterrado 206 pilas a diez metros para que soporten al inmueble. Y es que se trabaja en un terreno fangoso.
"Va a ser un club con canchas de tenis, basquetbol, varias cosas para que todos los morelenses y sus hijos tengan acceso", promueve el dirigente.
Reconoce Rodríguez Marié que la decisión de salir de Celaya es de tipo económica. Asegura que sólo en esta temporada reporta 3 millones de dólares en números rojos.
"Desgraciadamente hemos visto que la afición no ha respondido. Los empresarios de Celaya tampoco lo han hecho. Les pedí que hubiera una comunión entre gobierno, aficionados y directiva, pero no ha sido así", lamenta.
En el último partido de la temporada en el estadio Miguel Alemán frente a Jaguares, apenas se reportaron 60 mil pesos de taquilla. "A los árbitros hay que pagarles 48 mil pesos, más todos los gastos de organización".
La inauguración del nuevo estadio está contemplada para el torneo de Apertura 2003.
Inicialmente se pensó en utilizar provisionalmente al "Coruco Díaz", donde juega el Zacatepec, pero Juan Antonio Hernández no le quiso rentar el coloso.
El tío del dirigente, Alfredo Rodríguez Dorantes, sostiene un pleito legal por la posesión del club cañero, que según Rodríguez Marié se lo arrebataron "a la malagueña".
En sus tiempos, su padre, Jorge Luis Rodríguez Dorantes, fue propietario del Zacatepec -hace más de 17 años-.
A sus 42 años, originario de esta ciudad y con el respaldo de una carrera de aviación, Rodríguez Marié no se decepciona del futbol, pese a las peripecias que ha pasado.
La aventura apenas comienza.
