Notimex
Aguascalientes, AGs.- El diestro aguascalentense Miguel Espinosa “Armillita Chico” dijo ayer adiós a los ruedos tras lidiar a “Muletero de Oro” de la ganadería de Begoña, en la octava corrida de la Feria Nacional San Marcos 2005.
El menor de la dinastía de los Armillita enfrentó al quinto toro de la tarde, último de su carrera profesional que abarcó casi 30 años, y al que le cortó dos orejas en medio de un ambiente de fiesta y nostalgia de una plaza monumental llena.
En uno de los momentos más emotivos, Miguel, ante las tradicionales “Golondrinas”, y la famosa “Pelea de Gallos” se enfrentó al último astado de su carrera con un público de pie que le gritaba: “torero, torero, torero”.
Tras matar a “Muletero de Oro” Miguel comenzó a dar la vuelta al ruedo, y cuando llegó al centro de la plaza monumental, su sobrino Fermín, hijo de su hermano mayor, le cortó el añadido, el cual comenzó a utilizar desde el 26 de noviembre de 1977, cuando tomó la alternativa en la Plaza Santa María de Querétaro.
Con su hijo Miguel en brazos y con lágrimas en los ojos, Miguel Espinosa “Armillita Chico” dio la vuelta al ruedo acompañado de su cuadrilla y de una cantidad incontrolable de aficionados, entre ellos su apoderado José Manuel Espinoza, quien tampoco pudo contener el llanto.
De esta forma puso fin a una brillante trayectoria que comenzó el 16 de noviembre de 1975 cuando debutó como novillero y que ayer terminó con más de mil 120 corridas en plazas del país y 111 en ruedos de España, Francia, Colombia, Ecuador, Venezuela y Estados Unidos.
LA DESPEDIDA DE ENSUEÑO
Embargado hasta las lágrimas y con un sentimiento que le impedía hablar, Miguel Espinosa “Armillita Chico” indicó que esta despedida de los ruedos resultó como la que siempre soñó.
En lo que fue su última corrida profesional, tras casi 30 años de carrera, Miguel dijo irse satisfecho con los logros que alcanzó, frustraciones que tuvo, pero en especial por el cariño y reconocimiento que el público mexicano siempre le brindó.
Señaló que toda despedida siempre es triste, sin embargo, en su caso no lo es tanto, ya que se va en plenitud de facultades para gozar a su familia, su esposa Verónica, y su pequeño hijo Miguel.
“Me voy de los toros, pero seguiré muy unido a esta fiesta que fue mi vida por casi 30 años, dos de novillero y el resto como matador. Me voy satisfecho y convencido de que entregué lo mejor y que la gente así lo vio”, indicó.
Señaló que ahora pasará la mayor parte de su tiempo con su familia, pero advirtió que no descuidará los deberes en la ganadería que tiene con sus hermanos y que lo mantendrán ligado al toreo bravo.
Este día en la octava corrida de la Feria Nacional San Marcos 2005, “Armillita Chico” lidió a su último toro de nombre “Muletero de Oro” de la ganadería de Begoña, y al que le cortó las dos últimas oreja de su fructífera carrera.
Miguel debutó como novillero el 16 de noviembre de 1975 en Jiquilpan, Michoacán, y tomó la alternativa el 26 de noviembre de 1977 en la Plaza Santa María de Querétaro con su padrino Manolo Martínez y los testigos Eloy Cavazos y José María Manzanares.
Toreó mil 120 corridas en plazas de México, 111 en ruedos extranjeros como España, Francia, Colombia, Ecuador, Venezuela y Estados Unidos en los que paseó su arte y clase con la capa y la muleta.
Cortó más de mil 42 orejas, 83 rabos y una pata, y se enfrentó a toros de unas 257 ganaderías.