Ruiz iba acompañado en ese momento por el fotógrafo John Moore, quien trabaja para la agencia Getty Images, y tomó la foto. (ARCHIVO)
La niña hondureña que se convirtió en un ícono del tema de la separación de familias migrantes y que apareció en la portada de la revista Time frente al presidente Donald Trump, no fue apartada de su madre y está con ella en un centro de detención en Texas, aclaró hoy la Patrulla Fronteriza.
En declaraciones a la cadena Univision, Carlos Ruiz, agente de la Patrulla Fronteriza en Texas, dijo que la foto del Time “fue malinterpretada” y que la menor Yanela Denisse Varela Sánchez, de dos años, “en ningún momento fue separada de su madre”, la hondureña Sandra María Sánchez.
El agente relató que en el momento en que la madre puso a la niña en el piso, la menor comenzó a llorar. La mujer fue revisada por una agente de la empresa G4S, que posteriormente la transportó a un centro de procesamiento de la Patrulla Fronteriza.
Ruiz iba acompañado en ese momento por el fotógrafo John Moore, quien trabaja para la agencia Getty Images, y tomó la foto.
Al respecto, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) informó en un comunicado que el pasado 12 de junio Sandra María Sánchez, de 32 años y quien anteriormente ya había sido deportada a Honduras, reingresó ilegalmente a Estados Unidos.
Agentes fronterizos la arrestaron cerca de Hidalgo, Texas, cuando viajaba con un familiar. El pasado 17 de junio fue transferida al ICE y actualmente se encuentra en un centro de residencia familiar en Dilley, Texas. Su caso migratorio está en proceso.
Las autoridades indicaron que el 3 de julio de 2013 Sandra Sánchez fue detenida por primera vez en Texas por ingresar ilegalmente a Estados Unidos, y fue deportada de manera expedita 15 días después.
La revista Time lanzó la semana pasada la portada de su publicación con la niña frente a Trump, la cual comenzará a circular el próximo 2 de julio, en vísperas de la conmemoración de la Independencia de Estados Unidos.
La cadena CNN consideró que la imagen de la niña llorando y viendo a los adultos con ojos asustados se había convertido en el rostro de la política migratoria de "cero tolerancia" de Trump.