El maíz de la Sierra Mixe, nativo de México, puede fijar el nitrógeno de la atmósfera y así reducir el uso de fertilizantes químicos en la agricultura. (EFE)
Un reciente estudio internacional descubrió que el maíz de la Sierra Mixe, nativo de México, puede fijar el nitrógeno de la atmósfera y así reducir el uso de fertilizantes químicos en la agricultura, informó el Gobierno mexicano.
En un comunicado, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) indicó que el descubrimiento sería benéfico en caso de que se pudiese incorporar en otras variedades convencionales de maíz, disminuyendo la necesidad de añadir fertilizantes químicos e incrementando la productividad de suelos pobres.
La importancia de reducir el uso de fertilizantes reside en que se minimizaría su impacto sobre el medioambiente y las emisiones de gases de efecto invernadero generadas en su producción que alcanzan hasta el 2 % de las emisiones a nivel mundial.
La institución agregó que, a raíz del descubrimiento, incluso se podría "ayudar a los pequeños agricultores en países en desarrollo que no tienen acceso a estos insumos".
El estudio fue publicado en la revista PLOS Biology el pasado 7 de agosto por un equipo multidisciplinario de distintas casas de estudios, entre ellas la Universidad de California, Davis; la Universidad de Wisconsin-Madison, el Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca y la compañía de alimentación Mars.
Las bacterias que fijan el nitrógeno son capaces de asimilar nitrógeno molecular del aire y convertirlo en una forma que puedan consumir las plantas.
Los investigadores evaluaron la relación de isótopos de nitrógeno-14 y nitrógeno-15 para demostrar que el maíz Sierra Mixe obtiene de las bacterias del 29% al 82% de todo el nitrógeno que necesita.
El trabajo de campo se llevó a cabo en la Sierra Mixe, en el sureño estado de Oaxaca, incluyendo la participación de la comunidad indígena que allí habita.
El subsecretario de Fomento y Normatividad Ambiental de la Semarnat, Carlos Hurtado, explicó que gracias al Protocolo de Nayoga -el cual asegura que los países originarios y proveedores de los recursos genéticos participen de manera justa y equitativa de los beneficios resultantes de la utilización de estos- es que la comunidad indígena pudo ser parte de la investigación.
El Protocolo de Nagoya ofrece a las comunidades indígenas la garantía de que sus conocimientos tradicionales asociados a dichos recursos estén protegidos y sean ellos quienes tomen la decisión respecto a su utilización.