Mayrín Villanueva, Gabriela Za, Eduardo Santamarina y Rodrigo Murray se presentaron ayer con el montaje La verdad en el TIM. (EL SIGLO DE TORREÓN/ Ernesto Ramírez)
Mentiras piadosas y verdades que duelen se entrelazaron en la obra La verdad, que ayer estuvo en el Teatro Isauro Martínez de Torreón.
El montaje dirigido por Benjamín Cann llegó a la Comarca Lagunera dentro del marco del Festival de la Palabra en su edición 2018 que ha presentado diversos eventos en los recientes días.
Mayrín Villanueva, Gabriela Za, Eduardo Santamarina y Rodrigo Murray conforman el elenco de dicha puesta en escena que recién estrenó temporada en la Ciudad de México con muy buenas críticas.
Se trata del tercer proyecto en el que coinciden Eduardo y Mayrín, quienes se encuentran celebrando nueve años de matrimonio y 10 de noviazgo. En la trama son amantes.
Dos funciones se efectuaron en el recinto cultural. Ambas congregaron a una buena cantidad de habitantes de la región pese al juego del Santos Vs. América.
La verdad, del dramaturgo francés Florian Zeller, es una comedia que invita a reír con reflexión. Los cuatro personajes aspiran a ser felices y desean llenar los vacíos que han aquejado sus vidas en los últimos años.
A las 16:35 horas inició la función. Una señora ubicada en la tercera fila dijo a El Siglo de Torreón que apenas un día antes -el sábado- se había enterado de la presentación, "me encanta Eduardo, por poco y me lo perdía, no sabía que estaría esta obra hoy -ayer-", externó mientras los actores ingresaban al escenario.
En la historia llena de enredos "Alicia" (Villanueva) y "Miguel" (Santamarina) están viviendo una aventura amorosa, éste se encuentra casado con "Laura" (Za) desde hace un buen tiempo.
Por su parte, "Pablo" (Murray) el esposo de "Alicia", es el mejor amigo del buen "Miguel". Los engaños se entremezclan hasta el grado de llevar a ambas parejas a un laberinto sin salida del que pudo ser testigo la audiencia.
Durante los diálogos, salen a relucir diversas mentiras piadosas y confesiones indiscretas que lograron los objetivos de La verdad: entretener y generar reflexiones a la gente.
A la mitad de la función, un momento candente tuvo lugar en la sala. Eduardo y Rodrigo se quedaron sin ropa y lucieron sus traseros, las mujeres gritaron eufóricas.
A detalle
Se presentaron dos funciones de La verdad:
Antes de que iniciara la primera función, Murray subió al escenario para alabar la arquitectura del Isuaro.
La escenografía simulaba un cuarto de motel y luego uno de un departamento, además de un bar.
En ciertos momentos, Eduardo se quedaba en ropa interior, algo que festejaban las presentes.