Construyendo sueños
Nada se compara con la mente de un niño, en ella se resguardan mundos fantásticos y aventuras únicas; por eso es importante cuidarla, porque también es frágil y puede romperse como un papel.
Cuidar la salud mental durante la infancia puede sonar sencillo, pero en ocasiones los adultos somos los encargados de dañarla sin medir las consecuencias. Ningún niño viene con un manual de instrucciones, por lo que cada uno va a desarrollar sus relaciones interpersonales y emociones de manera distinta.
Algunos factores pueden aumentar la posibilidad de que un niño desarrolle problemas de salud mental. Con frecuencia se encuentran fuera del control de los padres, pero hay situaciones que ellos pueden evitar. A continuación te mostraremos algunas causas que pueden dañar la mentalidad de tu pequeño; pero recuerda, la mejor alternativa siempre será acudir con un especialista.
•Pérdida de un ser importante. Para los niños, la pérdida de una persona o inclusive, una mascota, puede ser una situación devastadora. Los pequeños que han experimentado esto comúnmente se vuelven excesivamente dependientes, aislados o expresan sus emociones de manera diferente a como lo hacían anteriormente. Otros pueden llorar, llamar y buscar a la persona que perdieron o simplemente rechazar el consuelo.
•Falta de estimulación apropiada. Los infantes que no tienen suficiente apoyo físico y emocional pueden no crecer al nivel esperado o mostrar síntomas de depresión. Los retrasos físicos son usualmente causados por problemas como el reflujo o la intolerancia a la leche, pero algunas veces el principal factor es la falta de un cuidado apropiado.
•Tóxicos. Los padres pueden proteger a sus niños de muchos tóxicos al saber cómo afectan en su desarrollo durante el embarazo. Algunos de ellos son los siguientes:
• Plomo. La exposición a este compuesto causa presión alta, lo cual puede dañar a un feto en desarrollo. Muchas veces se encuentra en la pintura de edificios viejos, tierra y agua de tuberías. Asimismo, la exposición al Mercurio -el cual se deriva de comer pescado contaminado- causa problemas del habla, del pensamiento y de movimientos voluntarios.
• Alcohol. Los niños expuestos al alcohol antes del nacimiento sufren daño cerebral y a menudo tienen dificultad para tomar decisiones; también pueden tener un crecimiento atrofiado o incompleto, malformación facial, dificultades de aprendizaje y problemas del corazón u otros órganos.
• Metanfetamina prenatal. Puede atrasar el crecimiento en general, causar apoplejía, daño al corazón y a veces hasta la muerte. Después del nacimiento, los niños suelen ser irritables, sensibles y gritan en un tono alto por largos periodos de tiempo.
• Marihuana. Causa retraso intelectual, hiperactividad, problemas de atención, problemas del sueño y llanto excesivo.
• Tabaco. Provoca que el niño tenga bajo peso al nacer. Cuando crece, puede mostrar signos de hiperactividad, falta de atención, asma y bajos niveles de defensas inmunológicas.
Áreas de cuidado
Expertos aseguran que existen seis áreas claves para un cuidado mental eficiente en los niños, las cuales son las siguientes:
Amor. El cerebro del niño no puede desarrollarse si carece de afecto. Diferentes estudios han demostrado que aquellos que crecen en un entorno de privación afectiva sufren gran deterioro en el desarrollo cerebral. Abrazarlos, decirle sus cualidades o llenarlos de besos, son las acciones que nunca le deben faltar a un pequeño.
Ejercicio físico. La actividad física no solo ayuda a desarrollar músculos o habilidades, también es efectiva para prevenir enfermedades del cerebro relacionadas con el envejecimiento. Además, hacer ejercicio mejora la capacidad de concentración, el aprendizaje y ayuda a prevenir el estrés.
Nutrición. El cerebro está compuesto en un 60 por ciento por materia grasa, por lo que una dieta nutritiva ayudará en su bienestar psicológico.
Sueño. El cerebro aprovecha las horas de sueño para consolidar la memoria y hacer su rutina de mantenimiento. Por ello, es de vital importancia que los pequeños duerman -al menos- ocho horas diarias.
Autocontrol. Diferentes estudios afirman que la paciencia es una de las variables cognitivas que más predicen la capacidad de un niño para alcanzar sus metas en la vida.
Socialización. Los niños suelen cumplir esta tarea con facilidad, sobre todo en los entornos escolares donde están rodeados de otros pequeños con características similares a ellos.
“Si deseas que tu hijo sea feliz y exitoso, empieza por darle tu ejemplo”.
Recomendación fílmicaA los niños les encantan las películas, ¡y más si son de dibujos animados! Aprovecha esta situación y ponle a tu pequeño la de “Intensamente”. En ella aprenderá diferentes puntos psicológicos que pueden enfrentar, tales como:
Su relación con el crecimiento
Control de las emociones
Sueños e imaginación
Poder del pensamiento
Formación de personalidad
Importancia de la tristeza