Los millones que habitamos en lugares soleados con gente sombría, solemos vivir en otras dimensiones, creyendo que con el pensamiento acelerado y las ilusiones a flor de piel podemos nulificar los fantasmas de nuestra realidad, vestidos de una felicidad que solo está en sueños, porque las miradas que tenemos no quieren penetrar con delicadeza en los conflictos íntimos.
“No te creas todo lo que piensas” aconsejan los filósofos, a los que ya nadie atiende. Pero el legado de Friedrich Nietzche (1844-1900) nos sentencia, porque el genial pensador alemán dijo: “El conflicto no es estar entre el bien y el mal, sino entre el conocimiento y la ignorancia” Y eso, nos viene como saco invernal porque aportamos esperanza y nos dan imágenes de un retrato infinito. El domingo, con la primera parte en agonía, luego de que USA nos había dado un paseo en blanco y azul, cuando solo asomamos con un zurdazo débil de Chávez a Turner, cuando Pulisic (25) crack del Milan había traído a mal traer a nuestro Jorge Sánchez, el astro del Bournemout inglés, Tyler Adams, recibió un rebote e hizo un regate, preparando su derecha. Ahí Guillermo dio un paso a su izquierda y el obús vino.
El arquero se lanzó desde donde estaba y fue vencido. Todo se derrumbó ahí, como la vieja canción de Manuel Alejandro hecha éxito con la voz de Emmanuel. A partir de entonces, los medios que nos agobian y su gente misma , tuvieron cierta naturalidad para hacer malabares narrativos pero las imágenes fueron destruyendo ilusiones de millones, como los nazis en sus campos de concentración. Fue como el corte del serrucho en madera, No hubo en la cancha respuesta alguna ni en la cancha ni en el banco. USA fue superior técnica, física y tácticamente. Todos los incendios cuando empiezan, son pequeños y es cuando hay que apagarlos. No se consiguió y esa misma tv que estimula, también muestra lo bueno y todo lo malo.
Ahora vendrá un nuevo uso al viejo libro de las excusas. Se volverá a hablar de un supuesto grupo que maneja todo, que solo prefiere ver el color del dinero, que los extranjeros por su notable número le hacen daño a la aparición de nuevos chicos, que haber suprimido el descenso, que hay pocos equipos que trabajan bien sus fuerzas básicas. La realidad es que somos animales sociales y el miedo es una forma de control. Hay intereses que precisan infundir miedo.
La mofa de Pulisic al final, como igual la triste vuelta de los gritos homofóbicos de una multitud enfadado, son vergonzantes. Millares de mexicanos nostálgicos pagaron altos costos de boletaje e insumos para salir casi llorando, Es ahí cuando vemos a todos como espejos enfrentados, porque somos un estrato de sentimientos compartidos, fragilidad y sufrimiento entre dosis de amor. Entonces algo tendremos que hacer, porque si éste tipo de resultados elevan mucho el estrés de la gente de futbol, pues evitémoslo, porque existe riesgo para la salud física y mental.
Primero, si vivimos una simulación donde nada es normal, solo dejemos que pase el tiempo. Recordemos que aquello que se nos pide que creamos o percibamos, siempre proviene de un interés social, económico y político. Nietzche tenía razón. No es el corazón amante quien nos brinda la razón, sino el conocimiento, la selección de los que vemos y leemos, el uso adecuado de nuestra propia experiencia y razonamiento. Debemos meditar sobre los medios que han sido diseñados para tirar de nuestras emociones y manipularnos. Lo grotesco es una constante.