Amy Winehouse no quería morir. La cantante se estaba preparando para afrontar una nueva etapa personal libre de alcohol y drogas, sustancias que marcaron su vida y su carrera, cuando la muerte la encontró a los 27 años de edad.
Este es un hecho en el que hace énfasis la película "Back to black", primera producción biográfica autorizada por la familia de la intérprete británica, que dejó huella en la música soul, a pesar de solo haber lanzado dos álbumes de estudio.
Sam Taylor-Johnson, la directora, explica que este permiso se dio gracias a que la cinta, que estrena el 11 de abril en cines, es una versión de la historia hecha desde el punto de vista de la propia Winehouse.
"Era centrarse en quién era ella como persona, en términos de su música y sus letras, para que pudiéramos alejarla de la sensación de ser una víctima y una tragedia que, en cierto modo, eclipsaba quién era ella", dice Sam en entrevista con medios internacionales.
A través de libretas de Amy, entrevistas y las letras de sus propias canciones, la cinta, en la que Matt Greenhalgh funge como guionista, recoge el testimonio de la cantante sobre su relación con las personas que la rodearon, especialmente con su pareja, Blake Fielder.
El 23 de julio de 2011 Winhouse fue encontrada muerta en su casa de Camden, Londres, la causa fue intoxicación etílica, luego de haber bebido demasiado cuando estaba en proceso de desintoxicación.
"Sabíamos que había muchos lugares e historias oscuras en las que podíamos profundizar, pero esa no era nuestra misión, queríamos celebrar su vida y, simplemente, apreciarla", señaló Greenhalgh.
"Amy es la coguionista porque usé la mayoría de sus letras y lo que dijo palabra por palabra, y eso es lo que lo hace brillante", agregó.
La actriz británica Marisa Abela le da vida en la ficción, donde se recorren los inicios de la intérprete de "You know I'm no good", el torrencial amor que tuvo con Fielder y su lamentable desenlace.
"Quería arrojar luz sobre quién era Amy como mujer, qué hizo que el mundo se enamorara de ella. Encontrar esas facetas: la fuerza, la valentía y el poder mezclados con su susceptibilidad a estar abierta al dolor", compartió la actriz.
La relación con su padre
Además, la historia se centra en la relación que Winehouse tenía con su papá, Mitch, señalado como uno de los culpables de su declive, por haberla apoyado cuando se negó a ir por primera vez a rehabilitación, experiencia de la cual surgió otro de sus éxitos, "Rehab".
El actor Eddie Marsan interpreta al hombre que le mostró a Amy la música de jazz, especialmente la de Frank Sinatra, que inspiró el nombre de su primer disco, Frank.
"Sam me presentó a Mitch y le hice todas las preguntas; fue muy honesto acerca de su amor por Amy, de cómo afrontó la situación y los errores que cometió. Estaba muy convencido de que no quería que yo interpretara una versión desinfectada de él", expresó Eddie.
La cinta, concluyen sus creadores, no pretende juzgar a quienes estuvieron alrededor de la artista, sino contar la historia a través de una recopilación de perspectivas de la cantautora incluida su relación con Blake, a quien muchos señalan de ser el responsable de las adicciones de Amy.
"Queríamos mostrar a Blake a través de los ojos de Amy; para ella, Blake era una figura rebelde, glamorosa, pero tampoco queríamos eludir el hecho de que usaban drogas", señaló la productora Alison Owen. "Nuestra visión era centrarnos en su luz, no en la oscuridad".
Amy Winehouse no quería morir. La cantante se estaba preparando para afrontar una nueva etapa personal libre de alcohol y drogas, sustancias que marcaron su vida y su carrera, cuando la muerte la encontró a los 27 años de edad.