El acoso en internet y redes debido al peso afecta a casi 17 % de adolescentes
Internet y la redes sociales son un espacio donde se puede sufrir acoso debido al peso, así lo señala un estudio entre 12.000 adolescentes de seis países como Chile, México y Estados Unidos, en el que casi un 17 % de los participantes dijeron haberlo padecido.
Además, cada hora adicional de uso de las redes equivale a un aumento del 13 % del acoso relacionado con el peso y es Twitter (ahora X) la plataforma más señalada por los adolescentes (69 %), seguida de Twitch, según un estudio que publica Plos One y encabezado por la Universidad de Toronto (Canadá).
Los autores analizaron datos de 12.031 adolescentes de 10 a 17 años (edad media de 13,5) de Australia, Canadá, Chile, México, EE.UU. y Reino Unido extraídos de la Encuesta Juvenil del Estudio Internacional de Política Alimentaria de 2020.
El trabajo indica que casi un 17 % de los adolescentes dijeron que habían sufrido acoso relacionado con su peso a veces, mucho o todo el tiempo, lo que para el autor principal Kyle Ganson, de la Universidad de Toronto se trata de una cifra preocupante, indicó a EFE.
Datos recogidos durante la pandemia
“De nuestros resultados se desprende claramente que los jóvenes sufren o están expuestos a acoso relacionado con el peso en internet y en las redes sociales. También sabemos -dijo- que este puede aumentar el riesgo de sufrir problemas de imagen corporal y trastornos alimentarios, así como otros problemas de salud mental como la ansiedad y la depresión”.
Los datos fueron recogidos en época de pandemia de covid-19, cuando el tiempo de uso de pantallas y redes sociales aumentó significativamente, por lo que consideró posible que los confinamientos “hayan aumentado la exposición al acoso relacionado con el peso”.
Los adolescentes pasaban de media 7,5 horas diarias frente a una pantalla, ya fuera viendo YouTube, en las redes sociales, viendo series o películas, jugando y leyendo páginas web o buscando en Google, entre otras actividades, y en la encuesta se les preguntó si recibían burlas por su peso.
Las redes que usaban eran Instagram (55 %); Facebook (49,6 %); TikTok (48,5 %); Twitter (21,7 %); Snapchat (38,4 %) y Twicht (12,4 %).
Por países, los resultados mostraron diferentes patrones de asociación ente el tiempo de uso de pantallas y de redes sociales con el acoso relacionado con el peso.
La investigación indica que “dado el menor número de resultados significativos en Chile y México, puede deberse a que los adolescentes de estos países de ingresos medios y más bajos tengan menos acceso a pantallas y medios sociales en comparación con los países de ingresos más altos, como Canadá y Australia”.
Sin embargo, hubo menos resultados en Estados Unidos en comparación con Canadá, Australia y Reino Unido, lo cual “es sorprendente dada la omnipresencia del uso de pantallas entre los adolescentes estadounidenses”.
70 % de usuarios de Twitter
En general, casi el 70 % de los usuarios de Twitter declararon haber sufrido acoso, lo que para Ganson se trata de un “hallazgo interesante” y podría parecer “un poco contradictorio” con el hecho de que esa red social se base principalmente en texto.
Los usuarios suelen publicar también en ella imágenes y vídeos y compartirlos desde otras plataformas con Instragram o TikTok, señaló el investigador, quien destacó que ya hay estudios que demuestran que el estigma relacionado con el peso “es elevado en Twitter”.
Además, los adolescentes que son más susceptibles al acoso relacionado con el peso pueden evitar plataformas basadas en imágenes, como Instagram, “solo para encontrarse con el espacio estigmatizador de Twitter”.
Twitch, donde los jóvenes suelen retransmitir en directo sus partidas de videojuegos, fue la segunda plataforma más vinculada al acoso relacionado con el peso, en total casi el 17 % de los adolescentes declararon haberlo sufrido.
Las mujeres, en comparación con los hombres, parecen tener más riesgo de sufrir acoso relacionado con el peso cuando juegan a videojuegos y utilizan Twitch.
Los autores señalaron que todos los datos fueron autoinformados, lo que “puede haber introducido un sesgo de recuerdo” y consideraron que se necesitan investigaciones futuras para abordar este creciente problema social.