En los últimos años mucho se ha mencionado sobre el empoderamiento de una persona, la autoestima o bien sobre el amor propio, conceptos que se pueden llegar a confundir por su similitud, pero que evidentemente tienen marcadas diferencias.
Empezaré por lo más sencillo de definir: Se entiende por empoderamiento a la acción de dar poder a una persona que se encuentra en una situación desfavorable o en desventaja frente a otra, mediante la construcción de su autonomía.
Por su parte, la autoestima de una persona está determinada por la forma en que uno mismo se da valor como individuo, reflejado en la forma de expresión de sí mismo (emociones, sentimientos, pasamientos) y vinculado hacia sus relaciones sociales. Abraham Maslow, uno de los principales representes de la psicología humanista define la autoestima como "la forma de satisfacer la necesidad de aprecio por parte del ser humano en dos vertientes: el aprecio por uno mismo, manifestado en el amor propio y el respeto recibido de otras personas". Visto de esta manera podemos estar frente a una persona que tiene un alto concepto de valía de sí mismo, en el ámbito físico, intelectual, de relaciones etc.
Por último, el amor propio es la aceptación total y la forma de tratarse así mismo. Suena sencillo, pero es un concepto complejo de integrar, pues en el día a día de manera casi automática, las personas van reaccionando ante ciertas situaciones sin darse cuenta de la forma en que pasan por sobre su amor propio.
El amor propio va mucho más allá de sentirse una persona atractiva frente al espejo, va más allá de sentir agrado hacía mismo, no es solamente decir "yo puedo, porque lo valgo y lo merezco". Estas acciones se quedan en el empoderamiento y en el manejo de una autoestima adecuada.
Pero entonces, ¿Cómo puede una persona trabajar su amor propio? ¿O cómo puede detectar que sus acciones van encaminadas hacia ese rumbo?
Les dejo algunas preguntas para reflexiona.
• ¿Cuándo fue la última vez que escuchaste con atención los síntomas de tu cuerpo y acudiste a revisión con un especialista? De manera inmediata sin dejar pasar el dolor, sin automedicación y sin minimizar tus síntomas.
• ¿Cuándo fue la última vez que dijiste con total convicción? Estoy cansada mi cuerpo ya no puede más, me voy a descansar. Sin necesidad de llegar a la sobrecarga o al cansancio extremo.
• ¿Cuándo fue la última vez que comiste o bebiste algo que evidentemente sabes que le hará mal a tu organismo? Tabaco, alcohol, algún irritante para tu estomago o tus intestinos. ¿Duermes poco? ¿Qué tan frecuente ejercitas tu cuerpo?
• ¿Qué tan compasiva y amorosa eres contigo misma cuando cometes algún error?
• ¿Qué tanta paciencia tienes hacia ti misma cuando estas aprendiendo alguna actividad nueva?
• Dentro del ámbito sexual ¿permites cosas o situaciones que no te hacen sentir bien con la intención de complacer a tu pareja?
• ¿Estás en un trabajo el que te explotan?
• ¿Con que tanta claridad pides lo que necesitas?
• Económicamente ¿gastas más de tus posibilidades endeudándote con frecuencia?
Sí, todas estas preguntas están dirigidas hacia la auto evaluación de tu amor propio. Ahora que lo sabes tienes la oportunidad de comenzar a reconstruir el amor hacia tu propia persona. El amor propio es ser objetivamente autocritico, reconociendo tus propios límites, emocionales, corporales, profesionales, laborales, etc. Teniendo siempre en primera instancia la compasión hacia tu propia persona.
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