Sus efectos son comparables a los de una droga ya que estimulan al sistema nervioso central, y pueden llegar a dañarlo.
MÉXICO, D.F.-Si algo caracteriza este siglo, es el ansia de la gente por tener más de todo: diversión, experiencias, información, estudios, dinero y todo aquello que pueda brindar placer. El único problema es que el cuerpo humano tiene un límite de resistencia y muchos se resistían a aumentarlo con las drogas tradicionales, pues se conoce suficiente sobre los daños que causan.
Por eso, cuando las bebidas energizantes se introdujeron al mercado, en 2000, anunciadas como productos maravillosos para mantener a la gente activa, parecían ser la cura a la somnolencia y el agotamiento. Después, se mezclaron con bebidas alcohólicas para crear las energy drinks tan populares en los antros porque se puede bailar y beber toda la noche sin consecuencias. Pero no necesariamente era así. Luego de haber declarado que sus "mágicos efectos" se debían al alto contenido en estimulantes nerviosos, países como Francia, Dinamarca y Noruega restringieron su venta, sólo pueden ser adquiridas en farmacias y bajo receta médica. Sin embargo, en México su fama va en aumento y aún no surge regulación legal que restrinja su consumo o siquiera advierta de sus efectos nocivos.
La pócima que da alas
En 1987 el médico austriaco Dietrich Mateschitz lanzó en Austria la primera bebida energética denominada Red Bull.
Hoy la bebida energética denominada Red Bull se vende en 100 países a un ritmo de más de un billón de latas por año. Su éxito está en el contenido de un jarabe sabor dulce y cítrico que mantiene a la gente vigorosa.
Ha sido empleada por conductores, trabajadores y estudiantes que necesitan permanecer despiertos pese al extremo cansancio. Después, antros y bares las mezclaron con vodka, champaña, licor, cointreau, o pisco, para crear los nuevos tragos denominados Fuego sagrado, Acid pshyco, Hysteria, Rex o Sónico. La respuesta de los consumidores fue inmejorable, puesto que les permite seguir despiertos por muchas horas, bailar sin control y no perderse de la diversión por el sueño, incluso muchos dicen que sirve para quitarse la "cruda".
Los más comunes
Las más comunes en el mercado son Red Bull, Boost, Blue Shot, Dark Dog, MC2, Ciclón, Cult y La Bomba. El contenido de cafeína de una lata de 250 mililitros es igual a 80 miligramos o el correspondiente a una taza de café de filtrocafetera.
En otras presentaciones de 350 centímetros cúbicos, esa sustancia alcanza los 112 miligramos.
Además de cafeína, las bebidas contienen ginseng, taurina, carnitina, carbohidratos, guaraná y vitaminas.
La taurina (nombre por el cual se le denominó "toro rojo"), es un aminoácido diurético que se encuentra en el organismo durante periodos de esfuerzo físico. Por un lado, es regulador de la sal y el azúcar en la sangre y participa en el transporte de potasio, sodio, calcio y magnesio; pero también puede evitar la degeneración de la retina, y en algunos casos prevenir o revertir la aparición de cataratas. Combinada con alcohol, cafeína y drogas, puede someter a una especie de "choque de estímulos" al sistema nervioso.
Peligros para la salud
Para saber sobre su contenido y los daños que causa al organismo, consultamos a Pilar Barrera, especialista en enfermedades crónico degenerativas y trastornos metabólicos.
-¿Qué contienen las bebidas energizantes?
-"Principalmente estimulantes nerviosos (neuroestimulantes), como la cafeína, ginseng y taurina. Tomadas en dosis mayores a 240 mililitros (o tres latas) ocasiona arritmias cardiacas, ansiedad, irritabilidad, dificultades de concentración, diarreas y temblores.
"Para los jóvenes, el consumirlas es como la puerta de entrada a cualquier otro tipo estupefaciente o sicotrópicos. Sus efectos son comparables a los de una droga porque estimulan al sistema nervioso central, y pueden llegar a dañarlo.
"Trastornan las funciones cardiacas, provoca hipertensión, hiperactividad, dilatación de las pupilas, vómito, actitudes agresivas, cambios de humor inesperados como pasar rápidamente de la euforia a la depresión e incluso pueden provocar la depresión crónica. Conllevan un descontrol en la producción de neurotransmisores, lo que causa dependencia y es pivote para una depresión.
-¿Se recomendaría beberla en algunos casos?
-"No es aconsejable tomarlas ni aunque se esté muy cansado. Sería poco ético recomendar algo que provoca una alteración tan importante. Se podría aceptar sólo si está en peligro la vida, como cuando se recetan ansiolíticos, pero debe ser bajo receta médica, una dotación específica y controlada.
-¿Qué pasa al mezclarla con alcohol o fármacos?
-"La combinación provoca un estado de éxtasis muy similar al de las drogas, porque se introduce un depresor del sistema nervioso (alcohol) y un estimulante (bebida energizante).
"Los jóvenes atraviesan por un momento en el que están probando y decidiendo los límites de su vida. Muchas veces al estar estructurando este panorama no tienen claro el peligro y eso causa que caigan en adicciones.
Una de las sustancias que se comenzó a utilizar desde 1997 es el éxtasis o "tacha". Es una droga sintética, cuyo efecto es parecido al de las bebidas energizantes.
Al mezclar las drogas sintéticas derivadas de las anfetaminas con las energy drinks se potencializa el efecto. La cantidad de cafeína es tal que, más que rehidratar y balancear la sales, se estimula el sistema nervioso.
El consumirlas sin control puede provocar diarrea, que conlleva un desequilibrio electrolítico y puede provocar hasta un paro cardiaco.
Tampoco se sugiere tomarlas cuando se realiza ejercicio físico porque el doble estímulo causa eventos cardiovasculares o accidentes cerebrovasculares. Si se llegaran a ingerir, no recomendaría hacerlo cuando se va al gimnasio o a bailar por muchas horas, porque se producen estos daños.
Para concluir apuntaría que no la pueden tomar mujeres embarazadas y niños, gente con trastornos siquiátricos, afecciones cardiacas, exceso de peso, y nunca utilizarlos con estimulantes como sucede en los raves.
-¿Se ha hecho algo por regular su venta?
-"En México aún no se llega a acuerdos trascendentes. Hemos recibido muchas llamadas al respecto que han dado pie a que se exija una regularización de las bebidas, pero las autoridades aún permanecen indiferentes.