Los que vinieron a traer su bronca a La Laguna fueron el Presidente Felipe Calderón y el líder nacional del PAN (que ya parece el principal dirigente de oposición del país) Manuel Espino. Don Felipe se dio su vueltecita el jueves para inaugurar la presa El Tigre y la planta tratadora de aguas de Gómez Palacio. Desde días antes, varios priistas duranguenses salieron a decir que la visita presidencial empañaba las campañas locales a alcaldías y diputaciones y que era mejor que ni se metiera. Aún así, don Felipe vino, pero ¿qué hizo el líder de su partido? Seguramente optó por la prudencia, guardando su distancia, tratando de no politizar el ambiente ni robarle espacio al “preciso”. No, eso hubiera sido mucho pedir para Manuel Espino, que el mismo jueves se dejó caer en Gómez Palacio para “volantear” junto al candidato del PAN a la alcaldía, Augusto Ávalos, mientras don Felipe inauguraba la tratadora de aguas, a donde llegó entre contingentes de personas con camisetas del PAN. Esto, días después de que don Manuel reclamó a Los Pinos que se anduviera metiendo en las campañas electorales y que se coordinaran mejor. Qué rápido se le olvidó a don Manuel, porque tener aquí al presidente de la República y al líder del PAN en el mismo lugar, el mismo día, a un mes de las elecciones, nomás no se ve bien. Él dice que es pura coincidencia. Nuestros subagentes comentan que don Manuel anda desesperado porque necesita hacer todos los amarres para sobrevivir en la elección del Consejo Nacional del PAN la semana que viene y que podría botarlo del partido el año que entra. A ver cómo reaccionan allá en Los Pinos ante esta excelente coordinación que manejan con la sede panista para repartirse los reflectores. Eso sí, a don Augusto le hace falta artillería pesada para su campaña.
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El que no necesita mucha ayuda, pero sí que le echen porras porque ha de andar bastante deprimido es Carlos Morales, a quien, casi literalmente, ni en su casa lo conocen. Lo decimos porque cuando al dirigente del PAN Manuel Espino le preguntaron por la encuesta que pone a Morales 24 puntos arriba en la contienda por la alcaldía de Lerdo, Espino preguntó “¿cuál Carlos Morales?” Carlos Morales, por si no lo sabe el líder nacional del PAN, es el candidato del PAN en Lerdo. Qué bien informado tienen al líder Espino, quien luego apareció en un programa de radio junto a Morales, como si fueran cuates de toda la vida. Pero cuando le preguntaron que cómo iba Morales, que, reiteramos, es candidato a la alcaldía de Lerdo, Espino respondió: “Va muy bien, va a ser diputado”. (Sin comentarios)
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Eso de traer los cables cruzados es una epidemia propia del PAN. Y es que cuando el director de Conagua, José Luis Luege Tamargo, andaba con Felipe Calderón inaugurando la presa El Tigre en San Juan de Guadalupe, se refirió al poblado como San José de Guadalupe, tres veces. Por cierto, ésta resultó ser la primera visita de trabajo de don Felipe a La Laguna, después de que se aventó dos visitas sociales, una de presidente electo y una ya de “mero mero”. Para su primera gira por esta Comarca, don Felipe eligió el lado de Durango, a lo mejor porque el gober Ismael Hernández Deras lo trata mejor que el gober Humberto Moreira, quien le hizo pasar un rato medio feo en Piedras Negras hace unas semanas, cuando el presidente llegó repartiendo ayuda para las víctimas del tornado sólo para darse cuenta de que el gober ya había echado a andar los programas. Pero bueno, no estamos para amarrar navajas. Sorprende, sin embargo, que el presidente del Congreso, Jorge Zermeño y el senador y “primer compadre”, Guillermo Anaya, ambos ex alcaldes de Torreón, no hayan movido sus piezas para traerlo a algo más que a una boda y a un bautizo, respectivamente. ¿Será, como dicen las malas lenguas, que aquí no hay nada que inaugurar?
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Los que andan tan mal sincronizados como los semáforos de Torreón son los encargados del fomento económico en el Estado y el Municipio. Allá en Saltillo, el secretario Jorge Alanís todavía anda orientando sus rumbos en la Comarca Lagunera y no parece andar muy enterado de lo que pasa por acá. El encargado de la subsecretaría en La Laguna, Fernando Félix, está solo, sin idea de lo que pasará con su dependencia y peor aún, sin recursos para ofrecer incentivos a empresas. El director en Torreón, Julián Jaime Gómez anda muy callado. Ninguna de las dos instancias ha podido hacer de perdido un anuncio de una empresa nueva que se venga a instalar a Torreón. Y si traen algún anuncio que hacer, hasta ahora no le han dicho a nadie. En medio de los dos está FOMEC, el órgano de la Iniciativa Privada que medio intenta buscar inversiones, pero que carece de recursos y autoridad para atraerlas. El gober Humberto Moreira nada más ha presumido de empresas que llegan a otras partes del Estado, sobre todo Saltillo y el alcalde José Ángel Pérez no parece muy involucrado en el tema, dedicado como está a apagar fuegos que salen casi por combustión espontánea. Al parecer, a nadie en el Gobierno Estatal o Municipal le ha entrado en la cabeza la idea de que las obras que tanto presumen de nada servirán si en la región no se estimula la inversión y el empleo.
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La normalidad volvió a la Presidencia Municipal después de un agitado inicio de semana cuando la Policía se le fue a huelga al alcalde José Ángel Pérez. Nuestros subagentes escondidos en las patrullas nos comentan que nadie en el círculo de don José Ángel o en los altos mandos de la Dirección de Seguridad Pública tenía la más remota idea de que se estaba gestando una insurrección al interior de la Policía, cuando a las ocho de la mañana del lunes los uniformados salieron con que no iban a ir a trabajar. Los subagentes dicen que eran cinco mandos medios los que andaban metiendo el desorden, pero es notorio que entre las huestes de don José Ángel nadie haya hecho algo de labor de inteligencia para ver cómo andaban los ánimos en la corporación, sobre todo después de una cadena de amenazas y hechos violentos. A lo mejor andaban muy ocupados pensando cómo se forma la mejor Policía del norte del país.
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