Las células se ablandan como la pasta de dientes
Científicos de varias nacionalidades descubrieron en un estudio que cuando se aprietan o deforman las células de nuestro cuerpo fluyen como líquidos, al igual que otros materiales como la espuma de afeitar y el tomate ketchup, que pasan de sólidos a líquidos.
Las células sometidas a esfuerzos mecánicos, deformaciones o estiramientos bruscos se ablandan y "fluidifican" del mismo modo que materiales no biológicos como la pasta de dientes, la espuma de afeitar o el tomate ketchup cuando son apretados, según una reciente investigación.
Este trabajo, realizado por un grupo internacional de científicos en el que participan los españoles Daniel Navajas y Xavier Trepat, aparece publicado en el último número de la revista Nature.
El biofísico Daniel Navajas, del Instituto de Bioingeniería de Cataluña, explicó que ha sido "una sorpresa importante comprobar que el citoesqueleto o esqueleto de las células parece tener reglas o leyes de comportamiento mecánico parecido a esos materiales blandos no biológicos".
"Uno de los retos de la física actual es comprender los mecanismos que determinan ese comportamiento, ya que se desconocen las leyes y los mecanismos que los gobiernan", añadió el científico.
Por su parte, el autor principal del estudio, el español Xavier Trepat, de la Escuela de Salud Pública de Harvard, en Boston, indicó también que "el comportamiento de las células es análogo al de materiales blandos inertes tan cotidianos como la pasta de dientes, el ketchup o la espuma de afeitar".
Igual que las células, prosiguió, "estos materiales son sólidos cuando no están sometidos a deformaciones, pero fluyen como líquidos cuando los intentamos deformar".
"Por esa razón, se sacuden las botellas de ketchup para conseguir que éste fluya fuera de la botella, es decir, hay que aplicarle una fuerza para que pase de sólido a líquido", indicó.
Aunque parezca "sorprendente", añadió, aún nadie ha conseguido explicar ésa y otras propiedades físicas de la materia blanda, y este trabajo establece "un puente" entre dos disciplinas científicas aparentemente desconectadas, como son la biología celular y la física de materiales.
Los científicos investigaron cómo responden las células a las deformaciones, un proceso que forma parte del entorno habitual en el que las células desarrollan su función, por ejemplo, en los pulmones cuando se inspira aire y el corazón late.
Aparte del descubrimiento del comportamiento análogo de las células al de materiales blandos inertes, el estudio desveló otra "sorpresa", y es que en respuesta a deformaciones características del entorno fisiológico, las células alteran drásticamente sus propiedades físicas: se vuelven más blandas y su estructura fluye.