Sugar en los deportes
Adiós a uno de los grandes
Juan Chavarría Galicia, orgullosamente lagunero y quien le diera nombre al personaje de “Gran Markus”, uno de los grandes de la lucha libre profesional, se nos adelantó en el camino.
“El Monstruo”, como lo identificaban sus compañeros de profesión, por su enorme corpulencia y musculatura, hizo historia en el espectáculo del pancracio.
Odiado por los aficionados que apoyaban a los técnicos, ya que siempre se distinguió por ser del bando rudo, nunca tuvo consideración de sus contrincantes.
Fue de los primeros gladiadores mexicanos, en incursionar en el espectáculo de la lucha libre en los Estados Unidos, en donde tenía un gran cartel, llegando incluso colocarse como uno de los ídolos de los paisanos que vivían en el área de Texas.
Durante muchos años logró conservar su incógnita. Para él la “tapa”, como le dicen a las máscaras, era sagrada. Muchos de sus compañeros, respaldados por fuertes empresarios, intentaron destaparlo. Pero ninguno consiguió su objetivo, y estamos hablando de luchadores de una gran tradición, como Mil Máscaras, Tinieblas, Lizmark, El Fantasma, El Solitario y muchos otros que inútilmente buscaron consagrarse.
Hasta que se encontró en su camino a ese gran gladiador de máscara azul, “Aníbal”, quien en una magna función celebrada en la ciudad de Monterrey, logró lo que muchos no pudieron, dar a conocer la identidad de “Gran Markus”, quien resultó ser el lagunero Juan Chavarría Galicia.
En La Laguna, una de las plazas con mucha afición a la Lucha Libre, recuerdan al “Gran Markus” cuando formó parte de aquella grandiosa tripleta de rudos, el también lagunero Dr. Wagner (Manuel González) y Ángel Blanco.
La tercia de malditos, en todo el país y en cualquier arena que se presentaban, en verdad que levantaban gran polémica, en primer lugar porque o tenía consideración alguna para con sus adversarios y los tres malvados gustaban mucho de meterse con la gente en la sillería y graderío.
El Auditorio Municipal y las diferentes Arenas de esta ciudad, fueron escenario de grandes batallas que escenificó, primero como “Gran Markus” y después como Juan Chavarría Galicia, el incomparable “Monstruo”.
En el inmueble de la Calzada Colón, en algunos años fue el programador oficial de una de las tantas empresas que traían el espectáculo del pancracio a la localidad. Y por supuesto, conocedor del oficio, no permitía que ninguno de los elementos programados, subieran al ring a pasearse o lucir la imagen. Con él de director de combates, todos, sin distinción, desquitaban la poca o mucha paga que recibían.
Descanse en paz nuestro buen amigo Juan Chavarría Galicia.