El arsenal, el más grande asegurado hasta ahora en el Distrito Federal, estaba constituido por 12 lanzagranadas M-4; 20 granadas de fragmentación; 10 granadas de aturdimiento; 20 armas largas, 10 armas cortas; cientos de cartuchos, 40 chalecos antibalas. En la imagen, la casa de Coyoacán. (El Universal)
En los domicilios fueron aseguradas armas similares a las utilizadas por las Fuerzas Armadas de la OTAN.
La Policía Federal detuvo a 11 miembros de un grupo armado y puso al descubierto la existencia de las Fuerzas Especiales de Arturo (FEDA), el ejército particular de Joaquín “El Chapo” Guzmán, jefe del Cártel de Sinaloa, que poseen armas similares a las utilizadas por las Fuerzas Armadas de la OTAN.
Se trata de un grupo, bajo el mando de Arturo Beltrán Leyva, que opera con la estructura y disciplina del Ejército o las corporaciones policiacas, portan uniforme con las siglas FEDA, que los identifican, usan armas de alto poder y entre sus funciones tienen las de proteger a los líderes de la organización, resguardar los cargamentos de droga y eliminar a sicarios de los cárteles rivales.
Los integrantes del “Ejército” del “Chapo” son jóvenes, reclutados entre pandilleros de San Diego y Guatemala, guardias de seguridad privada y policías, y entrenados por Manuel Alejandro Aponte, “El Bravo”, un ex militar jefe de seguridad de Guzmán Loera.
“El Bravo”, egresado del Colegio Militar de la generación 1993-1996, es experto en el manejo de lanzagranadas y lanzacohetes, como los asegurados ayer, así como en el uso de ametralladores M-16 y rifles R-15 y AK-47, o “cuernos de chivo”.
De acuerdo con reportes de Inteligencia, “El Bravo” se mueve entre Culiacán, Durango y Chihuahua, para reclutar a sus sicarios, y donde presuntamente la organización tiene campos de adiestramiento, los viste con uniformes y armas similares a las del Ejército.
La captura
En una operación que comenzó a las 22:30 horas del lunes, y “sin hacer un solo disparo”, 100 agentes de la corporación catearon tres domicilios, en dos de los cuales detuvieron a los sicarios, que debido a la sorpresa no pudieron oponer resistencia pese a disponer de un arsenal digno de un Ejército.
El operativo, que coronó tres semanas de investigación de Inteligencia, permitió que las fuerzas federales sorprendieran dormidos a los presuntos “gatilleros” dentro de las casas de seguridad de la organización ubicadas al sur de la Ciudad de México.
Lanzagranadas, granadas de fragmentación, ametralladoras M-16 y rifles AR-15 y AK 47 o “cuernos de chivo”, entre otras armas, quedaron sin utilizar; sirvieron únicamente para la foto, junto a los detenidos, que ayer mismo fueron trasladados a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO).
Entre las armas encontradas está una subametralladora P90, empleada por las Fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y que en México sólo es utilizada por la Armada, que posee 15 de estas piezas, y por el Estado Mayor Presidencial.
La Policía también encontró un laboratorio de drogas clandestino, uniformes de empresas de traslado de valores, chalecos antibalas del mismo color de los que utiliza la Secretaría de Seguridad Pública federal y con las siglas e insignias de esta corporación, pero el hallazgo más sorprendente fue el de ocho chalecos de protección azul marino, con las siglas FEDA estampadas en blanco.
Los detenidos formaban parte de tres comandos del Cártel de Sinaloa o del Pacífico (parte de la Federación del narcotráfico) que operaban en la Ciudad de México bajo las órdenes de Arturo Beltrán Leyva, “El Barbas”, lugarteniente del “Chapo” en Sonora y representante del Cártel en el Distrito Federal, junto a su hermano Alfredo, aprehendido el lunes en Sinaloa.
El primero de los tres cateos reallizados este martes se ejecutó en el número 173 de la Calle Cerro de Dos Conejos, en la colonia Romero de Terreros de la Delegación Coyoacán, donde los agentes federales encontraron a ocho integrantes de la organización, dormitando y, aunque intentaron reaccionar, decidieron rendirse al ver el despliegue policial, que llenó el inmueble.
En ese domicilio se encontró el laboratorio clandestino en el que presuntamente se procesaban drogas sintéticas.
El segundo cateo se realizó en la casa marcada con el número 1 de la calle Reyna, esquina con Galeana, de San Ángel, que según los vecinos, tenía hasta hace poco un letrero de “se vende o se renta”.
Ahí fueron detenidos tres guardias que estaban dormidos y no opusieron resistencia, y la tercera revisión se realizó en la casa número 32 de la calle Escarcha, en Jardines del Pedregal, donde no hubo detenidos.
Édgar Millán, jefe de Proximidad Social de la Policía Federal, confirmó que los cárteles del narcotráfico realizan operaciones en la Ciudad de México, pero se reservó comentar qué organizaciones están disputándose la plaza.
Sobre el armamento asegurado, el funcionario consideró que probablemente este grupo del Cártel de Sinaloa preparaba algún tipo de respuesta a los operativos realizados por el Gobierno Federal.
Interviene Ejército Policía de Reynosa
Fuerzas Especiales del Ejército intervinieron ayer las direcciones de Seguridad Pública de los municipios de Reynosa, Nuevo Laredo y Matamoros, en Tamaulipas, para revisar el armamento de su personal.
En Reynosa, los 508 policías municipales fueron sometidos a revisión y permanecieron en la corporación hasta que terminó la inspección.
Las 300 armas de cargo fueron revisadas minuciosamente por los elementos de las Fuerzas Especiales del Ejército para determinar si han sido usadas en acciones no autorizadas.
En Matamoros, los 503 policías fueron concentrados en las instalaciones de la corporación, en donde se les ordenó entregar su arma de cargo y sus radios de comunicación. En tanto, los militares mantenían rodeado el lugar.
Después de cumplir con sus respectivas revisiones, que duraron unas 10 horas, las corporaciones de Reynosa y Matamoros volvieron a la normalidad por la tarde; sin embargo, el segundo turno en Nuevo Laredo hasta anoche estaba en inspección.
Enfrentan a sicarios en Valle de Bravo
Presuntos integrantes de “Los Zetas”, brazo armado del Cártel del Golfo, intentaron rescatar ayer a cuatro compañeros que habían sido detenidos, lo que se desató un enfrentamiento en Cerro Colorado, cerca de la carretera Toluca-Temascaltepec, en el Estado de México.
El tiroteo inició cuando agentes federales trasladaban a bordo de varias patrullas a presuntos sicarios de este grupo armado, quienes habían sido detenidos momentos antes en este municipio.
Un grupo armado hizo frente al convoy e inició la balacera.
Los uniformados pidieron refuerzos. Militares, elementos de la Agencia de Seguridad Estatal (ASE) y de la Policía Municipal atendieron el llamado de auxilio y consiguieron frustrar el rescate.
Los agresores, sin embargo, consiguieron escapar.
