En alguna medida la buena impresión que tienen los mexicanos de Clinton se debe a que es la más conocida y a la favorable imagen que la senadora tiene entre los hispanos de EU.
El senador y seguro candidato presidencial republicano John McCain ha pasado los últimos 25 años de su vida en el Congreso estadounidense como una frecuente voz a favor de la buena relación entre su país y México.
Pero una encuesta consigna no sólo que los mexicanos prefieren a Hillary Clinton sobre McCain y su competidor demócrata Barack Obama, sino la creencia de que cualquiera de los dos demócratas daría mayor impulso a una reforma migratoria que McCain, quien además de haber sido uno de los copatrocinadores de una propuesta fallida el año pasado, también fue blanco de duras críticas de su partido por su postura a favor de los migrantes.
La encuesta destaca que la gran mayoría de los mexicanos está a favor de la candidatura de Clinton y cree que sería la mejor opción en términos de México. La gran pregunta es acerca del sustento de esa preferencia.
Un 98% de los mexicanos dice conocer de la senadora Clinton y un 74% tiene “muy buena” opinión de ella, frente al 73% que “sabe” de Obama y McCain y el 73% que tiene “muy buena” opinión de Obama y el 41% que asume lo mejor sobre McCain.
En alguna medida la buena impresión que tienen los mexicanos de Clinton se debe a que es la más conocida y tal vez como un reflejo aumentado de la favorable imagen que la senadora por Nueva York tiene entre los hispanos de Estados Unidos, que han votado abrumadoramente por ella.
Pero no hay respuesta para una pregunta que no fue planteada y tiene un impacto en la campaña: los hispanos tienden a considerar que Obama, un aspirante de padre africano y madre anglosajona que cuenta con el apoyo mayoritario de los afroestadounidenses, va a favorecer a “su” grupo en perjuicio de los latinos.
La idea de los mexicanos es que Clinton va a ser “mejor” para México que Obama o McCain, por 41 puntos contra 27 del demócrata y ocho del republicano, quien sin embargo, ha sido a su vez diputado y senador por el estado fronterizo de Arizona desde 1982 y un abogado de las mejores relaciones con México la mayor parte de su carrera política.
Y sin embargo, cuando se preguntan las razones un 27% cree que McCain tiene “buenas propuestas” para mejorar la relación entre Estados Unidos y México, en tanto que un 28% tiene la misma impresión sobre Obama.
Pero cuando se trata de la senadora, la razón por la que aquí se cree que será mejor para México es más simple: para un 22%, es “por ser mujer”, mientras sólo 10% mencionó “buenas propuestas”.
Lo único en que parece haber un vínculo real entre las creencias de los mexicanos y la acción de los tres políticos estadounidenses se refriere a la posibilidad de una renegociación del Tratado Norteamericano de Libre Comercio (TLC): 31% considera que Clinton está a favor y 21% cree que Obama lo hará.
Ambos se han declarado a favor de esa renegociación y aún de retirar a Estados Unidos si no se aceptara.
Sólo 9% estima que McCain favorece la renegociación del TLC, aunque de hecho está en contra.
Supera Clinton a Obama después de semanas
La senadora por Nueva York y aspirante a la Casa Blanca Hillary Clinton tiene una ventaja significativa frente a su rival Barack Obama entre los votantes demócratas, según una nueva encuesta del centro Gallup.
El sondeo, realizado entre el 14 y el 18 de este mes entre mil 209 votantes demócratas, muestra que Hillary cuenta con el respaldo del 49% de los encuestados, frente al 42% de Obama. La encuesta tiene un margen de error de tres puntos.
Hillary y Obama están enzarzados en una dura pugna por la candidatura presidencial demócrata, en la que el senador por Illinois lleva ventaja por número de delegados, elegidos mediante votación popular.
Según el último recuento de la cadena de televisión CNN, Obama tiene mil 621 delegados, frente a los mil 479 de Hillary. Pese a esa ventaja, es casi matemáticamente imposible que alguno de los dos consiga los dos mil 24 delegados necesarios para hacerse con la candidatura.
Esa situación hará, probablemente, que sean los cerca de 800 “superdelegados”, altos funcionarios del partido y otros cargos, los que tengan la última palabra sobre quién será el candidato.