Cone Cahuitl (Rubén Albarrán), Quique, Joselo y Meme disfrutaron igual o más que el púbico, la actuación. (Fotografía de Sergio Reyes)
Un maratónico y energético concierto fue el que ofreció Café Tacvba ayer por la noche en el Coliseo Centenario ante más de dos mil personas, en la clausura del Festival Rockoahuila organizado por el ICOCULT.
Por espacio de casi tres horas, el grupo puso a bailar slam a gente de todas las edades que nunca se cansó de brincar y cantar cada uno de los temas interpretados por esta banda originaria de Ciudad Satélite.
Café Tacvba no es una banda de rock más, su eclecticismo la ha llevado a ser considerada la banda más importante de música alternativa de México. Sus canciones lo mismo combinan los clásicos sonidos del rock con el hip-hop, la música electrónica, sin olvidar sus influencias de la música folclórica. De esta forma en sus canciones se escuchan arreglos de mariachi, banda, y samba.
Ayer la banda integrada por Cone Cahuitl (Rubén Albarrán), Quique, Joselo y Meme, se entregó sin reservas a una audiencia que transformó el Coliseo en una gran pista de baile.
El concierto inició con Seguir Siendo y Eo, la primera canción de su más reciente disco titulado Sino. De hecho los “tacvbos” interpretaron varios temas que comprenden su último disco como El Outsider, Volver a Comenzar, Cierto o Falso y Esta Vez. Pero obviamente no dejaron atrás sus grandes éxitos como La Chilanga Banda, Cero y Uno.
Es impresionante la energía que el grupo desprende en el escenario, pero mención aparte merece su vocalista de los múltiples nombres, quien nunca deja de brincar, bailar e interactuar con la audiencia.
Y es que Café Tacvba es uno de los pocos grupos que logra provocar en la audiencia todos los sentimientos que alguien puede experimentar en un concierto, en un instante se pasa de la alegría eufórica a la nostalgia arrabalera propia de los salones de baile.
Con su tema Eres, los enamorados aprovecharon para intercambiar caricias, mientras que la Ingrata tuvo su baile obligado y La Chica Banda fue dedicada a las mujeres que se adueñaron del escenario en una danza que provocó muchos silbidos y gritos de aprobación. Ellas aprovecharon el momento para besar y abrazar a todos los de Café Tacvba.
Un viaje interminable en el tiempo fue lo que experimentaron los más de dos mil fanáticos que asistieron al concierto de los “tacvbos”, y es que la banda recordó los temas más importantes de su discografía de casi 20 años de carrera.
Además de su gran calidad como músicos, una de las principales características de los “tacvbos” es su sencillez, de esta forma siempre estuvo presente el “muchas gracias” después de cada canción para corresponder por los aplausos y las demostraciones de afecto que colmaron el concierto.
Después del tema de la banda chilena Los Tres, Déjate Caer, en la que imitan con su baile a una “boy band”, se despidieron de los laguneros… pero sólo por unos minutos, ya que regresaron... El Café Tacvba cumple su palabra, no se van hasta que la gente deja de brincar.
Con El Baile y el Salón, el grupo logró una comunión casi perfecta entre la banda y la gente, quienes no dejaban de cantar el famoso “pa,pa,eo,eo”, “pa, pa,eo,eo”.
Después de varias rolas propias para el slam, en un instante el escenario del Coliseo se transformó en un bar de arrabal: tras una cortina de luces se acomodaron los músicos para presentar un set acústico: María, fue uno de los temas interpretados, mención aparte merece Esa Noche, donde la gente coreaba la famosa plegaria de “No me hubieras dejado esa noche”.
Los “tacvbos” no se querían ir del escenario, ellos son de las pocas bandas que disfrutan estar en el escenario. El fin se acercaba y ellos se dieron tiempo de complacer peticiones, así tocaron El Puñal y el Corazón, y Las Persianas, con las que el slam volvió a hacerse presente.
Los acordes del tema compuesto por Leon Dan, Cómo te Extraño Amor, fueron el preludio del final. De esta forma ayer los centenares de asistentes al concierto saborearon por más de dos horas de un Café Tacvba que con el paso de los años se consolida como la mejor banda de rock mexicano.
‘Se echan un trago’
Jovenes y no tan jóvenes comenzaron a llegar al Coliseo Centenario desde las 7:30 de la tarde, sedientos de una buena dosis musical de “café”.
Poco a poco se fueron reuniendo en las afueras del centro de espectáculos para entrar de manera ordenada, ansiosos de que transcurrieran los minutos ya que su único objetivo era escuchar, ver y sentir a Café Tacvba.
Juan Ortiz, de 23 años, confesó a esta casa editora ser fan de hueso colorado del grupo, tanto que este sábado viajará a Saltillo para también presenciar el concierto que ofrecerán allá los tacvbos. “Son mis ídolos, la neta son los mejores músicos que ha dado México. Esto es música señores no las porquerías de grupos que sacan últimamente las disqueras. Hoy (ayer) los veo aquí y ya tengo todo listo para irme a Saltillo al concierto que van a dar allá”.
Y como en cada recital, no podían dejar de asistir los vendedores de recuerdos, por así llamarlos. Un mini tianguis se instaló alrededor del Coliseo con diferentes artículos de Café Tacvba, para todos los gustos, precios y colores.
Playeras con fotografías o la tipografía de la banda podían conseguirse entre 100 y 200 pesos, dependiendo del diseño y la calidad. Las tacitas para el café oscilaban entre los 50 y 100 pesos mientras que también podían conseguirse los llaveros desde 30 hasta 50 pesos. Poco a poco los laguneros ocupaban sus asientos y en punto de las 21:30 horas dio inicio la velada con la banda intérprete de Ingrata. (Aldo Magallanes)
