El de equipo de Arqueología Subacuática del INAH, descubrió este Cuyo prehispánico el zapotal, uno de los sitios arqueológicos de los mayas quienes llegaron a este Estado a través de ríos. (El Universal)
Hasta hace poco se creía que los mayas fueron unos navegantes tardíos. Hoy en día, gracias a las investigaciones que está realizando el equipo de Arqueología Subacuática del Instituto Nacional de Antropología, en ciudad del Carmen, Campeche, se sabe que desde el 200 a.C. esta civilización llegó a ese estado a través de ríos.
La responsable del departamento de Arqueología Subacuática en Campeche, Helena Barba Meinecke, dice en entrevista que en la península de Atasta encontraron sitios arqueológicos mayas que son denominados como concheros: edificaciones donde se utilizaron conchas o moluscos como material de construcción.
“Estos sitios habían sido reportados con anterioridad, pero nadie los había estudiado, nadie los había localizado. Al hacer el recorrido nos percatamos de la existencia de estos lugares, pero estaban referidos a una época muy tardía: el Posclásico Tardío”, dijo.
Gracias a este hallazgo se pueden añadir piezas al rompecabezas de una de las épocas menos estudiadas: el preclásico. Además de que se puede asegurar que los mayas ya tenían contacto vía marítima, desde mucho antes de lo que se tenía documentado.
“Estos sitios tienen elementos históricos, materiales y arqueológicos que nos pueden hablar de una ruta de navegación desde el Preclásico Tardío (200 a.C), y no hasta el 1300, como se tenía pensado”.
Barba Meinecke explicó que un equipo multidisciplinario integrado por arqueólogos, biólogos, historiadores, arquitectos y buzos deportivos, entre otros, se encarga de analizar las piezas de cerámica, los metates de basalto y los objetos fabricados con moluscos o conchas hallados en esa zona.
Sobre la ruta que seguían los mayas que llegaban a las costas de Campeche, señaló que aún es un poco prematuro hablar de un trayecto específico; sin embargo explicó que “sabemos que en el preclásico se tuvieron contactos con Teotihuacán, con Monte Albán. Son rutas que vienen a través de ríos y que desembocan en la Laguna de Términos, y que, ya en épocas más tardías, le dan el recorrido completo a la península de Yucatán”.
Este tipo de construcciones también demuestran que las sociedades que habitaron ahí no sólo vivían del consumo de productos que les proporcionaba la costa, sino que reutilizaban el material para actividades como la pesca o la construcción.
La arqueóloga también aclaró que aún no determina cuál ha sido “la fluctuación del nivel del mar, porque lo que ahora vemos como espacio costero, puede no serlo”. De esta forma podrán conocer cuáles han sido los sedimentos que se ahí han depositado por la afluencia de ríos como el Palizada o Candelaria, los cuales desembocan en la Laguna de Términos.