La salida del cárcamo ubicado en el ejido San Luis fue clausurada ayer por el Ayuntamiento de Torreón debido a la queja de pobladores de los fraccionamientos cercanos a las tierras de cultivo de los campesinos de esa comunidad. (Fotografía de Ramón Sotomayor)
Ayuntamiento argumenta motivos ecológicos; campesinos dicen que les quieren expropiar las tierras
Personal de Ecología y Simas clausuró con cemento parte de la salida del cárcamo del ejido San Luis que regaba con aguas negras 145 hectáreas del ejido del mismo nombre sembradas con cultivos forrajeros desde hace por lo menos 15 años.
Este fue el resultado de una denuncia ciudadana interpuesta hace meses ante la Dirección de Ecología Municipal por habitantes de 10 fraccionamientos colindantes con esta comunidad, los cuales se quejaron de los pestilentes olores procedentes de las lagunas a cielo abierto y la proliferación de moscos cuyas picaduras les estaban provocando enfermedades en la piel, ojos, nariz y garganta.
El cierre del cárcamo significa que por lo menos 36 ejidatarios que se dicen posesionarios de los terrenos, no tendrán agua para regar sus parcelas, donde cultivan principalmente maíz forrajero. Ayer, los supuestos afectados, encabezados por la comisaria ejidal, Soledad Ramírez, anunciaron que impedirán el uso de los tubos del cárcamo que pasan por sus tierras. “A ver qué hacen con su agua negra”, dijeron.
Los campesinos del ejido aseguran que el cierre del cárcamo no es por motivos ecológicos, pues “las aguas negras no huelen” y atribuyeron la medida a los intereses que tienen las autoridades municipales en vender las tierras a un grupo de constructores para que edifiquen fraccionamientos.
Su versión es que el Ayuntamiento inició un proceso de expropiación, pero debido a que ellos apelaron, actualmente se desarrolla un litigio por los predios de los que ellos son legalmente posesionarios.
Susana Estens, directora de Ecología y Medio Ambiente, asegura sin precisar tiempos que “nos iremos por partes para eliminar los sitios donde durante años se han depositado aguas negras a cielo abierto, entre ellas el lecho seco del río Nazas, pese a todas las complejidades que existen”.
Fue con base en el Artículo 31 del Reglamento de Desarrollo Sustentable y Protección al Medio Ambiente del Municipio de Torreón, que se determinó la clausura de las redes y se pidió el apoyo del personal técnico del Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (Simas).
A pesar de que la Secretaría de Agricultura permite el riego con aguas negras para cultivos industriales, la Norma Oficial Mexicana 033-ECOL 1993 y el Reglamento de Desarrollo Sustentable y Protección al Medio Ambiente del Municipio de Torreón prohíben tal práctica.
Si bien la funcionaria municipal manejó esta clausura como algo temporal, expresó que será hasta que los ejidatarios muestren que cuentan con permisos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) o del Simas para el aprovechamiento de las aguas negras en que se puede reconsiderar la medida.
Previamente, Ecología Municipal solicitó esta información a Conagua y a la empresa abastecedora, pero ambas respondieron que no existen permisos al respecto.
Las 145 hectáreas del ejido San Luis, pequeña comunidad ubicada a unos metros del Periférico, así como de restaurantes y hoteles de franquicia, no son las únicas que son regadas con aguas negras. Existen por lo menos cuatro sectores que suman más de 300 hectáreas que están en la misma situación, pues son regados con aguas “crudas” procedentes del drenaje general de la ciudad.
Y aunque la Conagua ni el Simas permiten esta práctica, tampoco la evitan. Susana Estens tiene al respecto otra perspectiva, pues asegura que en vez de criticar todo el tiempo en que no se ha procedido, “lo mejor es tomar en cuenta que ya se está haciendo algo”.
