PREGONA UN ESLOGAN que publicita al Ayuntamiento de esta sufrida y abatida ciudad y que dice: ¡Torreón cuenta con la mejor Policía del Norte del país! Lo que no aclaran es a qué país se están refiriendo.
LOS CUERPOS POLICIACOS impotentes para combatir la ola de crímenes cometidos por los delincuentes organizados, han enfocado ahora sus perversas actividades (los policías) en contra de los jóvenes de esta ciudad.
ESTOS CUERPOS que se dicen de seguridad pública, ahora bajo el mando de Alfredo Castellanos Castro, cuya más notoria acción en el desempeño de su cargo hasta el día de hoy, es haber sido videograbado en animada y liberal fiesta con jovencitas desnudas sentadas a horcajadas sobre sus rodillas, penoso asunto, ya olvidado en nuestra ciudad.
SI A ESOS DIVERTIMENTOS únicamente se dedicaran los jefes policiacos, poco sería el daño que harían a la ciudadanía a la que están obligados a cuidar y respetar: pero sucede que los que pagan los impuestos son ahora agredidos y vejados por esos mismos policías, que se autollama la mejor del Norte del país.
EL CASO QUE RELATARÉ es uno de los tantos que todos los días sufren los habitantes de esta ciudad. Me refiero a los atropellos que sufrió un grupo de jóvenes en manos de la mejor Policía del Norte del país, bajo el mando institucional del alcalde y que obedecen a los paniaguados teiboleros: comandantes Guillermo Alfredo Castellanos Castro y Alfonso Chavira Zúñiga.
TRANSCRIPCIÓN TEXTUAL de la denuncia (se omiten los nombres): “Rotarios, quiero comentarles algo que nos pasó a tres familias laguneras, se que este no es un tema rotario, pero creo que es importante que ustedes estén al tanto de lo que pasa en la región (ya que todos tenemos hijos, nietos etc.) el pasado sábado 21 de junio, salió mi hijo en compañía de dos amigos aproximadamente a las 22:00 hs. 20 minutos después en bulevar Constitución una cuadra adelante de la Mónaco, un par de patrullas les marcan alto (sin motivo aparente) se detienen, y se bajan dos oficiales, los cuales con gran prepotencia les exigen que se bajen del vehículo. Al ver la actitud de los oficiales el conductor arranca el vehículo con lo que se inicia una persecución, en la que finalmente les dan alcance a la altura de Chilchota, los amagan con las armas, los hacen que desciendan del vehículo, los esposan y posteriormente los empiezan a golpear (para esto ya habían llegado al lugar unas 10 patrullas más) y también estos elementos se acercaban a los muchachos y los golpeaban con puños, patadas y la culata de los rifles. Quiero recalcar que para ese entonces los muchachos ya estaban detenidos y esposados y que a pesar de esto las sesiones de golpes se repitieron en tres ocasiones, aparte de amenazarlos diciéndoles que los iban a matar y tirar al canal de agua, y por si esto fuera poco, les robaron sus celulares, carteras y dinero, y por supuesto los detuvieron en los separos de la Colón. Quiero aprovechar, para dar las gracias a personas que nos auxiliaron en estos momentos difíciles, y gracias a su intervención se pudo lograr sacarlos y trasladarlos al Sanatorio Español, para que recibieran atención médica por las lesiones sufridas y permanecieron internados por 5 días. Ya se entabló una demanda en el Ministerio Público y una queja en Derechos Humanos por abuso de autoridad, lesiones y robo y, esta es la mejor Policía del Norte del país?????? Pues en manos de quién estamos???????? Rotariamente”. Hasta aquí el texto de la denuncia.
COMO ESTOS DELITOS, todos los días los cometen miembros de los cuerpos policiacos bajo el mando de José Ángel Pérez y los que obedecen a los paniaguados Guillermo Alfredo Castellanos Castro (el videograbado) y Alfonso Chavira Zúñiga. Todo esto a ciencia y paciencia de la ciudadanía de Torreón. Y nos preguntamos todos: ¿Cuándo terminará todo esto?
OTRA PREGUNTA al canto: ¿Qué ha hecho el Ministerio Público respecto de la denuncia penal presentada por los agraviados hasta el día de Hoy? ¿Seguirá el MP protegiendo a los delincuentes?
PERO SI NO SE HUBIESE tratado de simples jóvenes desarmados, sino que por el contrario, que nuestros policías se hubiesen topado en la búsqueda de la mordida con alguno de los malandros que tienen asolada a nuestra ciudad, estamos ciertos de que habrían salido corriendo despavoridos, amarillos del susto y con la ropa interior muy manchada, hasta el meritito Polo Norte: pero como se trataba de jóvenes, pues a pegarles.
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