Los dos candidatos a la Presidencia de EU, el demócrata Barack Obama y el republicano John McCain, se enfrentaron ayer en el primero de tres debates, en el escenario de un teatro en la Universidad de Mississippi. (AP)
Intercambian los candidatos demócrata y republicano duras críticas sobre la guerra en Irak
El candidato demócrata Barack Obama acusó ayer a su rival republicano John McCain de apoyar las políticas del Gobierno del presidente George W. Bush, que provocaron la actual crisis económica, en un intenso primer debate entre ambos aspirantes a la Presidencia.
Las reglas habían contemplado un debate sobre política exterior, pero el moderador Jim Lehrer, de la PBS, dijo que no restringiría los tópicos. Y en el marco de la crisis financiera de Estados Unidos, el tema de la economía fue el primero en abordarse, aunque los dos candidatos intercambiaron después duras críticas sobre la guerra en Irak y otros temas.
McCain acusó a Obama de tener “la trayectoria más liberal de votación en el Senado”. El candidato demócrata respondió: “Eso ha sido principalmente porque me he opuesto a las políticas erróneas de Bush”.
Obama dijo que su rival republicano ha apoyado lealmente al impopular mandatario durante los últimos ocho años.
Por su parte, McCain dijo que Obama tomó “la increíble decisión de votar para reducir la financiación a las Fuerzas Militares en Irak y Afganistán”, una referencia a una legislación aprobada por el Senado hace más de un año.
Obama le criticó al Gobierno actual haber hecho de Irak “su único tema en política exterior”, dejando en el olvido al resto del mundo, incluida América Latina.
Pero salvo esa declaración y una velada referencia al presidente venezolano Hugo Chávez, ésa fue la única mención de Latinoamérica durante el debate.
Obama se opuso a la invasión de Irak en 2002, antes de ser miembro del Congreso. McCain votó en el Senado para autorizar la guerra.
“Te equivocaste” en el tema de Irak, repitió Obama tres veces. “John, tratas de hacer creer que la guerra comenzó en 2007”.
Sobre el tema económico, los dos candidatos coincidieron en que el Congreso debe actuar pronto para impedir que millones de estadounidenses pierdan sus empleos y sus viviendas.
Cuando se le preguntó directamente si pretende votar por un plan de rescate que está tomando forma en el Congreso, McCain dijo: “Espero que sí... seguro”.
“No hemos visto todavía la redacción”, repuso Obama. “Creo que se está haciendo un trabajo constructivo”.
Los dos candidatos hablaron de pie, frente a sendos atriles, en el escenario de un teatro en la Universidad de Mississippi.
Obama no perdió tiempo en ir al ataque, y aprovechó la primera pregunta de la noche para criticar a su rival. Sobre la crisis que ha puesto a Wall Street al borde del abismo, dijo: “También debemos reconocer que éste es el veredicto final de ocho años de políticas económicas fallidas que promovió el presidente Bush y apoyó el senador McCain”.
“Y no podemos darnos el lujo de otros cuatro años así”, agregó Obama unos momentos después.
McCain buscó poner en aprietos a su rival al señalar que Obama ha pedido millones de dólares en fondos reservados por el Congreso, dinero que consideró un desperdicio que sólo apoyaba a simpatizantes, incluso después de que el demócrata se postuló para la Presidencia.
Como suele hacer en sus actos proselitistas, el candidato republicano advirtió que vetará cualquier proyecto legislativo de esa índole que llegue a su despacho en la Casa Blanca.
“Ustedes sabrán sus nombres y yo los haré públicos”, advirtió.
Los candidatos también discutieron sobre el tema de los impuestos y la legislación energética, durante la sesión de 90 minutos.
Lehrer trató desde el comienzo y con frecuencia de involucrar a los rivales en una discusión directa.
Obama, de 47 años, busca ser el primer presidente negro del país. McCain, de 72 años, espera ser el mandatario de más edad en la historia de la nación, e hizo bromas sobre ese tema.
“He andado aquí por un buen tiempo”, dijo McCain en un momento. “¿Acaso tienes miedo de que no pueda oírte?”, le preguntó en otro momento a Obama, quien le había repetido un comentario.
Pero McCain trató también de mostrar que su edad sería una ventaja, al darle experiencia en temas de política exterior, y pintó como ingenuo en esa materia a su rival, quien por ejemplo, había propuesto alcanzar una solución negociada en el tema del programa nuclear impulsado por el presidente iraní Mahmud Ahmadinayad.
“Déjame ver si entendí. Nos sentamos con Ahmadinayad y él nos dice: ‘Vamos a borrar a Israel de la faz de la Tierra’, y nosotros le decimos: ‘No, no lo harás’. ¡Por favor!”, se mofó McCain.
El debate estuvo a punto de cancelarse.
McCain anunció esta semana que suspendería su campaña a fin de regresar a Washington y participar en las reuniones sobre la crisis financiera. Al comienzo, dijo que no debatiría mientras los legisladores no hubieran alcanzado un acuerdo.
Pero cambió de opinión el mismo viernes, decidiendo que asistiría al debate y volvería después a la capital.
Los candidatos debatirán de nuevo en la Universidad de Belmont, en Nashville, el 7 de octubre, y en la Universidad Hofstra, en Hempsted, Nueva York, el 15 de ese mismo mes.
El debate entre los compañeros de fórmula, la republicana Sarah Palin y el demócrata Joe Biden, está previsto para el 2 de octubre, en la Universidad de Washington en San Luis.