Polo Torres, “El Oso Lagunero’’, falleció el pasado jueves. Fue una de las grandes figuras de la lucha libre mexicana en la década de los años cincuentas, habiéndose enfrentado a los mejores gladiadores de esa época. (Archivo)
El gladiador lagunero Polo Torres, “El Oso”, falleció el pasado jueves en esta ciudad, a la edad de 82 años, después de padecer una enfermedad durante varios años. Destacó en la década de los años cincuentas y sostuvo una gran rivalidad con “El Médico Asesino”, “Cavernario” Galindo y “Blue Demon”, entre otros.
Fue un gladiador técnico que durante 33 años tuvo una brillante carrera profesional, al término de la misma fue promotor de la Empresa Mexicana de Lucha Libre, propiedad de don Salvador Lutterot, ahora Consejo Mundial de La Lucha Libre (CMLL), durante dos décadas en la Plaza de Toros Torreón.
Hipólito Torres Salas, su nombre completo, originario de Tlahualilo, Durango, se inició en la Escuela de Lucha Libre que dirigía el maestro cubano Giraldo Hierro en el Palacio de los Deportes, siendo uno de los primeros luchadores laguneros en participar en funciones en las arenas de los Estados Unidos, junto con Black Guzmán (hermano de El Santo), “El Médico Asesino” y Rito Romero.
Entre los títulos que conquistó a lo largo de su carrera destaca el Campeonato Nacional de Peso Completo, el cual disputó contra Goliat y Firpo Segura. Polo Torres sostuvo grandes combates contra los mejores luchadores de su época, como “El Médico Asesino”, “Cavernario” Galindo, Wolf Rubinski, Blue Demon, Black Shadow y El Verdugo, todos ya fallecidos.
Polo Torres fue el iniciador de la Unión de Luchadores y Réferis de La Laguna, la cual se formó con la Sección 11 local de Réferis y Luchadores de la República Mexicana.
Como dirigente y entrenador ayudó a la formación de varios gladiadores laguneros, entre los que podemos mencionar a Mario Saucedo, “Hielero” Aguilar, los hermanos Espantos I y II, Fernando Cisneros, Eusebio Vázquez, Doctor Wagner (padre) y el recientemente fallecido Gran Markus.
Una lesión en su rodilla derecha, que le había ocasionado el Torbellino Negro en un combate, lo retiró a la vida privada, habiendo necesidad de amputarle la pierna y posteriormente colocarle una prótesis, decayendo de manera notable su salud.
Entre los reconocimientos que le otorgaron en vida destacan el de Ciudadano Distinguido de Tlahualilo, Durango, el cual recibió hace 15 años.
La misa de cuerpo presente fue el viernes en la agencia funeraria de calle Niños Héroes y avenida Allende de esta ciudad. A este gran luchador le sobreviven su esposa Estefanía de Torres y su hija Blanca Torres.
¡Descanse en paz Polo Torres, una de las grandes figuras del pancracio lagunero!