Unos veinte militares mexicanos están siendo investigados por sus presuntos nexos con el grupo de narcotraficantes encabezado por los hermanos Beltrán Leyva, ligado al cártel de Sinaloa.
"Hasta el momento no tenemos ninguna información", explicaron fuentes de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) consultadas, que no quisieron confirmar o desmentir los detalles del caso.
Fuentes de la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía), de la que dependen las investigaciones contra el crimen organizado, admitieron que "hay una investigación en curso", pero dijeron que no podían confirmar o desmentir la información.
El propio subsecretario de Defensa, Francisco Armando Meza, declaró a la prensa que la institución estaba "blindada" contra la corrupción alentada por los cárteles.
Sin embargo, se señaló hoy que dos listas encontradas en poder de los narcotraficantes implican a unos veinte militares de la IX Región, con sede en el noroccidental estado de Sinaloa, en supuestos pagos recibidos de los traficantes de drogas.
Por este caso, la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (Siedo) encarceló en mayo pasado a cinco militares, entre ellos el mayor en justicia militar Francisco de Jesús Pérez Chávez y a cuatro soldados más.
Todos ellos estarían encarcelados en el Penal de Occidente, en Jalisco, y sujetos a proceso penal.
Según el auto de procesamiento, los implicados "colaboraron como informadores sobre los movimientos que realizaba el cuerpo militar al que pertenecían" para facilitar el tráfico de drogas, actividad por la que recibían pagos, detalló Reforma.
La revelación sobre los militares ha trascendido en una semana en que la Fiscalía de México admitió que dos altos mandos de esa entidad fueron sobornados por el cártel de los Beltrán Leyva, quienes recibían información reservada sobre operaciones antidroga, procesamientos y de la estrategia general del Gobierno.
Hasta el momento, hay cinco personas detenidas y una prófuga en relación con este caso.
Además, Estados Unidos colabora en las investigaciones y analiza una presunta infiltración en su embajada en México, y que habría puesto en riesgo algunas actividades de la Agencia Antidrogas Estadounidense en este país.
