Fue un verdadero gusto saludar el sábado anterior a Jeff Perry en el Estadio de la Revolución, el popular “Drago” contrajo nupcias con una lagunera, actualmente radica en Colorado, y junto a su mujer y dos hijas, se encuentra de vacaciones en Torreón.
Al recordar a Jeff Perry es obligado pensar en los Algodoneros de Unión Laguna, campeones de la Zona Norte en 1990, cuando perdieron la serie por el título de la Liga Mexicana, frente a los poderosos Bravos de León, comandado por Francisco “Paquín” Estrada.
A prácticamente 13 años de aquella sensacional actuación del equipo lagunero, aún se recuerda el profesionalismo de Jeff Perry, que igual estaba siempre dispuesto a relevar cuando se le pedía, que a tener un sitio en la rotación de abridores; en ambos casos Perry siempre fue un lanzador que dejó todo en el terreno de juego.
En aquel inolvidable 1990, Jeff Perry fue campeón de juegos salvados con los Algodoneros, y junto con Dave Stockstill se convirtió en uno de los últimos ídolos de la afición lagunera. Dave Stockstill fue entonces campeón de carreras producidas y en aquel equipo estaban peloteros de la talla de Jesús Sommers, Luis Alfonso “Cochito” Cruz, Jason Felice, Rubén Ávila, Fernando Cruz, Ramón Abril, Francisco Guerrero y Herminio Sáiz. Los abridores de aquel año eran: Lauro Cervantes, que lanzó un juego sin hit ni carrera frente a los Industriales de Monterrey; Juan Manuel Palafox, Hilario Rentería y Encarnación Hernández; Jeff Perry abrió algunos partidos e incluso suyo fue el único triunfo de los Algodoneros en la serie final.
Jeff Perry es ahora un hombre feliz, durante el partido estuvo en el palco acompañado por una de sus hijas, y junto con José Juan Bellazetín y Amado Peralta, recordaron algunos pasajes de sus años de peloteros. Perry fue invitado al campo de prácticas del Unión Laguna en Guadalajara, en 1999, el rubio lanzador californiano hizo una gran pretemporada, pero finalmente Pompeyo Davalillo se decidió por sus paisanos y fue así que Argenis Conde fue el elegido entre los abridores de Unión Laguna.
Y cuando se habla de Jeff Perry justo es reconocer a uno de los peloteros importados más queridos en La Laguna, el lanzador derecho platicaba el sábado la forma en que Torreón llegó a convertirse, por mucho, en la plaza más querida para él durante toda su carrera como profesional; Jeff habló del cariño que la gente siempre le brindó y de cómo ahora lo reciben, cuando viene de visita a la región.
Pero la etiqueta de ídolo que alcanzó Jeff Perry no fue por su cara bonita, ese lugar de privilegio entre los aficionados lo ganó en base a un trabajo siempre profesional y con verdadero cariño por los colores de los Algodoneros de Unión Laguna. Cuando un refuerzo extranjero es contratado, lo menos que se le puede exigir es dar el cien por ciento en el terreno, Jeff Perry siempre lo hizo así, para agregar un extra a su indudable calidad.
Hoy en día peloteros como Jeff Perry parecen una especie en extinción, porque sobran dedos de una mano para contar elementos con la calidad de este personaje, quienes además siempre salen a darlo todo, en base al gran cariño que llegan a sentir por la región.
En aquellos Algodoneros de Unión Laguna había grandes carencias, sobre todo en el aspecto económico; las condiciones en que el pelotero realizaba su trabajo, estaban muy alejadas al trato que se les da hoy en día, sin embargo, al parecer ese trato convierte al jugador en un ser exigente, que desea ser apapachado y recibir atenciones que no merece, de acuerdo a los resultados que entrega en el terreno.
Asombrado estaba Jeff Perry con el nuevo Estadio de la Revolución: “Está hermoso y tiene un alumbrado excelente”, comentó el ex lanzador, verdaderamente emocionado de estar nuevamente en una tierra a la que tanto quiere y a la que dio grandes cosas dentro de su carrera en el beisbol. Perry llegó a La Laguna por carretera y para ello tuvo que manejar 14 horas; su asombro no sólo fue al ver la casa de los Vaqueros, sino lo cambiada que está la ciudad de Torreón, por la que volvió a confesar un profundo cariño.
Cómo hacen falta ahora peloteros como Jeff Perry, hombres decididos a darlo todo en el terreno de juego, peloteros que lloraban las derrotas de su equipo, porque las sentían muy en el fondo; los tiempos han cambiado, porque al jugador se le ve como si nada hubiera pasado, después de recibir una derrota que es muy dolorosa para sus seguidores.
Fue en verdad emocionante platicar con Jeff Perry, aquel hombre que llevó a Unión Laguna al play off de 1990, primero frente a los Sultanes de Monterrey y después ante los favoritos Tecolotes de los Dos Laredos, comandados por José “Zacatillo” Guerrero. La final de la Zona Norte se inició en la frontera con par de derrotas para Unión Laguna, pero de regreso a casa se lograron tres triunfos y uno más en el Parque La Junta, para completar la hazaña, aunque el entusiasmo terminó frente a los Bravos de León, un equipo bien dirigido, al que nada le faltaba, por tener un estrella en cada posición. Jaime Orozco, Julio Puratá y Fernando Soto encabezaban el pitcheo; Francisco “Paquín” Estrada volvió a utilizar los arreos y trabajó atrás del pentágono, aunque ahí estaba Manuel Cazarín. Willy Aikens, Terry Blocker, Ron Shepard, Roberto Vizcarra y Ramón Esquer.
Momentos inolvidables en la historia del beisbol profesional de La Laguna y de los que Jeff Perry fue protagonista principal; ¿quiénes serán los nuevos ídolos que tanta falta hacen a la afición?.