ENFERMEDAD POR REFLUJO GASTROESOFÁGICO
Se define como reflujo, la condición que se desarrolla cuando el contenido gástrico refluye al esófago y es causa de síntomas y/o complicaciones. Esta condición altera la calidad de vida del paciente. Es una condición que frecuentemente es crónica con periodos de crisis que alteran con periodos sin molestias.
Es una entidad muy frecuente, se presenta del tres al cuatro por ciento de la población general y aumenta un cinco por ciento en personas mayores a 55 años.
En las mujeres embarazadas aumenta la incidencia hasta 48 a 79 por ciento. No hay diferencia en las muestras por sexos, aunque es más frecuente que se presenten complicaciones en los varones como son: Esófago de Barret.
En condiciones normales, pueden ocurrir episodios de reflujo gastroesofágico, pequeños, escasos, y sin producir síntomas ni daño en la mucosa. Cuando los episodios de reflujo aumentan en número y duración, tanto diurnos como nocturnos, se hacen presentes los síntomas y pueden aparecer lesiones de la mucosa esofágica. Existen varias causas:
Alteraciones de la barrera antirreflujo en la unión del esófago con estómago:
Una presión mas baja de lo normal a este nivel es una de las causas del reflujo, que puede ser debido a hernia hiatal, o a alteraciones de la contractilidad.
Enfermedades del tejido conectivo: esclerodermia y otras.
Vaciamiento gástrico lento tanto mecánico como funcional.
Disminución de la saliva, ya que contiene bicarbonato que neutraliza el ph.
Alteración de las uniones de las células que son muy compactas a nivel esofágico.
Alteración del flujo sanguíneo a nivel celular, para mantener el recambio celular adecuado.
El efecto de la infección crónica por Helicobacter Pylori sobre el reflujo ha sido motivo de controversia.
Se dividen en esofágicas y extraesofágicas.
Manifestaciones extraesofágicas:
Asociación establecida: tos, laringitis, asma, erosiones dentales.
Asociación probable: faringitis, sinusitis, fibrosis pulmonar idiopática, otitis media recurrente.
Manifestaciones esofágicas:
Sintomáticos: síndrome del reflujo típico.
Síndrome de dolor torácico.
Con lesión esofágica: Esofagitis por reflujo, estenosis por reflujo, esófago de Barret.
Adenocarcinoma esofágico.
Las manifestaciones esofágicas típicas son pirosis (sensación de quemadura retroesternal que asciende hasta el cuello), regurgitación (ascenso del contenido gástrico hasta la laringe). Disfagia (sensación de que el alimento se atora en esófago).
Hemorragia sólo se presenta del dos al seis por ciento. Otras manifestaciones son: hipo, eructos, sialorrea (producción de saliva excesiva), halitosis (mal aliento).
En personas jóvenes puede iniciarse la prueba terapéutica, con tratamiento por cuatro u ocho semanas. Si no hay mejoría o en personas donde persisten las molestias, o se inicia la molestia en forma súbita, o aparecen síntomas de alarma se inicia gastroscopía para valorar si existe hernia hiatal y las repercusiones del reflujo sobre el esófago.
En caso de que se desee valorar la motilidad y/o estenosis se podrá realizar una radiografía: Serie esofagogastroduodenal, pero no es útil para establecer diagnóstico en esofagitis leves o epitelio de Barret.
El diagnóstico definitivo del reflujo es a través de la medición de ph esofágico por medio de la ph metría de 24 horas, ya sea por catéter que es lo más accesible o por medio de la cápsula Bravo. La Monometría esofágica es la prueba indicada para conocer la función mecánica del esfínter esofágico y la peristalsis (contracciones) del esófago. Existen otras pruebas que tienen utilidades específicas como sería la prueba de perfusión de ácido o de Berstein.
Dependerá de la evolución, gravedad de padecimiento, así como la edad y condiciones del paciente. Se debe suprimir el ácido como estrategia principal utilizando principalmente bloqueadores de bomba de protones: omeprazol, lanzoprazon, pantoprazol, esoomeprazol. Se puede usar dosis únicas o doble dosis.
En casos de manifestaciones extraesofágicas se debe dar doble dosis por mínimo de tres meses. Procinéticos: su efecto es mejorar la peristalsis esofágica, aumentar la presión basal del esfínter esofágico inferior, pero es útil como terapia de complemento. Los antiácidos sólo deben usarse como sintomáticos para quitar la molestia ocasional, pero no como tratamiento de base. Las medidas higiénico-dietéticas son indispensables evitando irritante chile (sobre todo el colorado), sustancias que disminuyen la presión del esfínter esofágico inferior como son: cafeína, theina, grenetina natural, menta, chocolate, etc. También es importante bajar de peso y realizar ejercicio, aunque se deba evitar todo lo que aumente la presión del abdomen como son las abdominales, estreñimiento, etc.
El paciente que requiere cirugía es aquél con esofagitis sintomática, sobretodo paciente joven con respuesta a tratamiento médico, o que requiere dosis elevadas de medicamentos. También las personas con esófago de Barret es candidata a cirugía.
La cirugía es la Funduaplicatura de Nissen y el 90 por ciento de los pacientes están libres de esofagitis hasta diez años después de realizar el procedimiento quirúrgico.
Existen procedimientos endoscopios pero que tienen resultados dudosos y por el momento no sustituyen el tratamiento quirúrgico.
Dr. José Luis González Silva.
Gastroenterólogo-Endoscopista.