'Marín', el cervecero que se volvió leyenda

La demolición del antiguo Estadio Corona es una realidad y a pesar de que el inmueble ya no figura en la arquitectura lagunera, los recuerdos no caerán, no se perderán en los corazones de los aficionados santistas. El equipo cambió de casa así como lo hizo el cervecero convertido en leyenda José Soto, mejor conocido por el sobrenombre de "Marín".

 NACIMIENTO DEL ALIAS

Quien le saluda en los juegos de futbol, basquetbol, toros, beisbol y otros eventos deportivos o artísticos, le llaman "Marín" un alias que nació desde hace 55 años.

"Yo empecé a trabajar desde 1947 en el Estadio de la Revolución. Pero el apodo me lo gané en el futbol. Desde 1954 me dicen así. Desde el equipo de San Isidro, cuando todavía no había equipo profesional de futbol. Ahí jugaban equipos de aquí de la región, y en un equipo de ésos, jugaban médicos. Los doctores tenían como 18 ó 20 años, y ahí jugaba un muchacho que se apellidaba Marín que tiempo después fue jefe del IMSS de México. Como ese jugador tenía cierto parecido conmigo me empezaban a gritar 'Marín' y él se enojaba mucho y entonces se me quedó, entre más se enojaba más me decían y se me quedó hasta la fecha".

 CERVECERO

"Marín" comenzó como cervecero desde joven y tiempo después combinaba el trabajo de carga y descarga que realizaba en Ferrocarriles Mexicanos.

"En 1947 había un muchacho que era vendedor y que vivía aquí en la esquina de mi casa, que se llamaba David Orozco, y me invitó de ayudante de él. Yo tenía como 16 ó 17 años. Después se fue él y yo me quedé como vendedor. Yo pasé a ocupar su lugar, ya como titular, porque era ayudante", recordó "Marín".

"También trabajaba en Ferrocarriles en la carga y descarga, desde el año 53 hasta el 93. Ahí nada más trabajaba en la mañana, de las 7 a las 2, por eso tenía tiempo para trabajar en las tardes, después me jubilaron y desde entonces nada más trabajo en esto. A uno de grande no lo ocupan en nada".

 SIEMPRE FRÍAS

"Marín" forma parte del Sindicato de vendedores de refrescos en espectáculos artísticos y deportivos de la región. El sindicato se integró en 1954 y desde entonces "andamos en todos los eventos. Andamos en la lucha, el beisbol y el futbol, cuando había la temporada grande en la Plaza de Toros Torreón, en el Gimnasio Municipal, el basquetbol, el box, en todo andamos".

Al cuestionarle sobre lo que representa para él el extinto Estadio Corona, de inmediato lanza un suspiro.

"El Corona es una herida muy grande en el corazón. Cuando había partidos llegábamos desde las 10 de la mañana, según la hora del partido. Si era a las 4, a las 10, si era a las 5, a las 11, y así sucesivamente. Había que cargar todo lo que vendíamos, ya sea cerveza o refrescos, acomodarlos y colocarlos en las hieleras. A la una de la tarde nos daban el hielo, y a ponerlo en las hieleras y luego picarlo para que, a las 13:30, cuando abrían las puertas estuvieran listas. Yo estaba en plateas y la gente llegaba a las 3 de la tarde, así que a nosotros nos daban el hielo a las 2 y para las 3 ya estaban 'machines' como para empezar a 'pistear' luego luego" y suelta tremenda carcajada.

 PROPINAS

Durante la larga jornada de 39 años en el Estadio Corona, "Marín" siempre realizó la venta en la zona de Plateas.

"Ahí le dan a uno la oportunidad de convivir con lo mejor de la gente que va al futbol. De tratar a mucha gente, que me ofrecen su amistad muchas veces, y que son generosos a la hora de dar la 'propa'" -y viene otra carcajada de parte de "Marín", quien recuerda goles, campeonatos y famosos clientes-.

"Antes de que hicieran el palco de honor que estaba arriba en Plateas, a mí me tocó atender a gobernadores, a presidentes municipales, a diferentes personalidades del futbol y en suerte me tocó atender a una reina de belleza de Guadalajara. La sentaron cerca de mi sector y estaba muy hermosa, con sus ojos tapatíos, estaba grandota. Recuerdo como clientes a los funcionarios, a todos los políticos locales, pero más a Salomón Juan Marcos, a sus hijos y todos muy espléndidos a la hora de la propina, muy buenas personas".

 GOLES

"Marín" duda a la hora de definirse por un deporte y comenta "sin menospreciar ningún deporte me gusta mi trabajo, porque si digo uno u otro se me van a sentir, el trabajo es el trabajo".

El vendedor que estuvo presente en el estadio durante campeonatos, en los difíciles juegos del descenso y liguillas, tiene sus recuerdos de los juegos, "uno estaba con un ojo al gato y otro al garabato. Ya cuando uno se daba cuenta del gol era por la algarabía de la gente y cuando volteaba, los porteros ya se estaban levantando enojados por el gol. Pero ya bien, uno ve los juegos en la tele con más calma".

El gol que más tiene presente "Marín" es el de Adomaitis en un juego disputado contra el equipo rojiblanco del Atlas.

"Apud inició la jugada, le dieron pase a Adomaitis y él la agarró así como venía y la tiró al ángulo. Es una de las grandes jugadas que vi desde que inició la jugada y terminó en gol. He visto cantidad de goles y jugadas, pero ése es el que más me ha gustado de todos".

 NUEVA CASA, EL TSM

Después de pasar cierta incertidumbre por saber si los cerveceros trabajarían en la nueva casa del equipo Guerrero, José Soto y los 220 hombres que integran el Sindicato de vendedores de cervezas y refrescos realizarán sus actividades en el nuevo estadio, pero ahora la venta será más sofisticada, pues contarán con una especie de contenedor que llevarán en la espalda y que servirán a los clientes para que éstos no pierdan detalle de los juegos.

"Marín" ya se estrenó en el Territorio Santos Modelo, observó el concierto de Ricky Martín, el show y el juego disputado entre los Guerreros de La Laguna y el equipo Santos Do Brasil. "El nuevo estadio está magnífico. El evento estuvo muy padre y vimos casi todo el juego, porque empezamos a vender, pero se acabó todo al medio tiempo, cerveza, comida, refrescos, todo se acabó".

El cervecero convertido en leyenda inicia una nueva etapa, cambió el espacio, pero no el oficio.

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