Don Miguel, Gregorio de la Cruz, Atenógenes Miramón y Tarelo, trigésimo Presidente de México. El más joven al subir al poder, de tan sólo 28 años de edad.
RUMBO AL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO, 1810-2010, Y BICENTENARIO DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA, 1910-2010
Datos del Tomo V de XIII, Libro 35 de mi obra inédita: "La Independencia y los Presidentes de México", relacionados con el General don Miguel Miramón y Tarelo, cuyo nombre completo al bautisterio, fue el de Miguel, Gregorio de la Luz Atenógenes Miramón y Tarelo, trigésimo Presidente de México, el más joven de toda la Historia de México en subir al poder, de tan sólo 28 años de edad, el dos de febrero de 1859 hasta el 28 de diciembre de 1860, nacido en la Ciudad de México el día 17 de noviembre de 1831, siendo hijo legítimo del Teniente Coronel don Bernardo Miramón y de su esposa doña María del Carmen Tarelo.
Sus estudios primarios los hizo con profesores particulares, ya que su familia era de recursos económicos holgados y luego pasó al Colegio Militar para estudiar la carrera de las armas, en el Castillo de Chapultepec, como lo habían hecho su padre, sus tíos y hermanos mayores.
En 1847 dejó el Colegio por la guerra de los norteamericanos que ya habían combatido en Padierna, Molino del Rey y otros lugares hasta tomar la capital del país. Los estudiantes del Colegio Militar defendieron su colegio hasta sus últimas fuerzas, pues el poderío invasor era incontenible por la superioridad de armamento.
Estudió durante seis años donde estuvo como alumno, cabo, sargento segundo y subteniente de artillería.
En octubre de 1852 ingresó a la Armada y en sus primeros combates fue herido y por haber derramado su sangre en defensa de la patria se le impuso la cruz y medalla al mérito. Ahí conoció a Conchita Lombardo a la que pretendió, pero ella le dijo que cuando le llevara su banda de General volverían a hablar. En julio de 1853, regresó al Colegio Militar para impartir la cátedra de tácticas militares. En julio de 1855 fue ascendido a Teniente Coronel y para 1856 junto con su amigo Osollo, recibieron la banda de General en Palacio Nacional.
Su primer acto de General fue el de visitar a Conchita Lombardo, que era hija de familias ricas, y le presentó su banda de General y ella recordó lo que antes le había ofrecido. Se hicieron novios, y para el 20 de octubre de 1858 pidió su mano en matrimonio y por las premuras de la guerra, se casaron el día 21 del mismo mes, aunque dice don José Ramón Malo en sus memorias, que la boda religiosa fue el día 24. La boda civil fue en Palacio Nacional y el Presidente y su esposa fueron los padrinos. El matrimonio tuvo cuatro hijos, Miguel, Concha, Guadalupe y Rafael.
El día dos de febrero de 1859, subió el General Miramón a la Presidencia de la República, siendo el más joven de la historia de México en llegar a la silla presidencial a tan sólo escasos 28 años de edad, el 28 de diciembre de 1860, siendo el trigésimo Presidente.
A principios de 1861 se embarcó para La Habana, donde lo alcanzó su esposa Conchita y de allí partieron a Europa, instalándose por poco tiempo en París, porque Napoleón III le ofreció muchas ayudas a cambio de que le cediera parte del territorio nacional en la Baja California a lo que le contestó que él no vendía su parria y se retiró de Francia radicándose en España. Se entrevistó con el Papa Pío IX y éste le impuso la gran cruz de Pío IX.
De regreso en México, el Emperador Maximiliano lo invitó a formar parte de su Ejército Imperial y él aceptó, para combatir a las fuerzas republicanas.
Después de muchas batallas, se realizó el sitio de los conservadores y Maximiliano en la ciudad de Querétaro y después de un largo tiempo de combates, no pudieron romper el cerco de las fuerzas republicanas y fueron hechos prisioneros y después de un juicio sumario, se les notificó el 16 de junio la sentencia de ser pasados por las armas.
Fue hasta el 19 de junio de 1867 en que se cumplió la sentencia llevados al Cerro de las Campanas en Querétaro, fueron fusilados Maximiliano, Miramón y Mejía.
Conchita Lombardo, recogió el cadáver de su esposo y lo llevó a la Ciudad de México para darle cristiana sepultura en el Panteón de San Fernando, de donde posteriormente se sacaron sus restos y se llevaron a la Catedral de Puebla, donde fueron colocados en la nave del Sagrado Corazón, a donde los fui a localizar en 1968, viendo una placa de mármol que dice: "Miguel Miramón, fusilado en Querétaro el 19 de junio de 1867. RIP".
