Matías Vuoso fue paseado en hombros por los aficionados a la llegada de Santos Laguna, después de haber perdido la final contra Toluca. (Foto de Jesús Galindo.)
Una apoteósica recepción brindó anoche la afición al Santos Laguna, al cual consideró como un Campeón sin Corona, después de haber perdido en muerte súbita en la tanda de penales la final contra Toluca. Matías Vuoso fue paseado en hombros de la sala de espera al lugar donde los esperaba el autobús.
Alrededor de dos mil aficionados acudieron ayer desde las 19:00 horas al Aeropuerto Internacional de Torreón a recibir al equipo, que llegó alrededor de las 21:30 horas y tardó varios minutos en salir a la sala de espera, ya que había confusión, pues el autobús que los esperaba fue enviado al área de aviación general y se suponía que iba entrar hasta la pista a recoger a los jugadores.
Un ambiente de fiesta se vivió en el estacionamiento del Aeropuerto Internacional de Torreón, en donde grupos de aficionados cantaron y bailaron durante cerca de tres horas, sin haberlos intimidado las personas que viajaban a bordo de una camioneta y lanzaron varios cohetes, aunque de repente la gente se asustó un poco, por la psicosis que se vive en la región por los últimos acontecimientos registrados en la misma.
"Yo si le voy, le voy a Guerreros'' fue el cantó que inundó por completo las instalaciones del aeropuerto local, mientras que los vendedores de banderas, cornetas y sprys de nieve seca remataban a 70 pesos las banderas grandes y a 50 pesos las chicas, una corneta se cotizaba en diez pesos, al igual que un bote de spry.
La Santosmanía estaba en su máximo esplendor y los aficionados corrían del estacionamiento a la sala de espera, pues no sabían a ciencia cierta por dónde iban a llegar los jugadores. Una familia de la colonia Plan de Ayala llevó a la recepción a su perro "Bocho'', quien impacientemente aguardaba el arribo de los jugadores entre el tumulto.
Al fin, alrededor de las 21:45 horas apareció en la sala de espera en primer término el técnico Rubén Omar Romano, quien fue recibido al grito de ¡Romano, Romano!, entre felicitaciones y empujones de la gente, que le dio muestras cálidas de afecto, al abrazarlo y algunos a besarlo.
Cuando apareció el guardameta Oswaldo Sánchez, el gritó de ¡Oswaldo, Oswaldo'' fue un concierto de voces, mientras alcanzaba a dar las gracias por el recibimiento y con palabras entrecortadas decía: "Esto es indescriptible''.
Carlos Darwin Quintero, Miguel Becerra, Osmar Mares, Daniel "El Hachita'' Ludueña, Jonathan Lacerda y otros jugadores fueron conducidos al autobús en medio de una cadena humana, que no dejó de felicitarlos por el subcampeonato obtenido.
Cuando apareció Matías Vuoso, de inmediato fue llevado en hombros desde la sala de espera al área de estacionamiento en donde lo esperaba el autobús, siendo bañado por completo de nieve seca y aplaudido por los aficionados.
Una joven estudiante del octavo semestre de la Escuela Normal Oficial de Torreón, esperaba a Matías Vuoso para entregarle un ramo de flores para alentarlo, ya que es un jugador que le ha dado mucho al Santos Laguna y no puede condenársele por un penalty que falló.
Al filo de las 22:00 horas el autobús del Santos Laguna salió del Aeropuerto Internacional de Torreón, seguido de una caravana de carros que con el sonido del claxon festejaban el tercer subcampeonato de los Guerreros. El festejo fue en grande y se extendió a diferentes sectores de la ciudad.