La lucha libre, su destino
De niño, el pretexto perfecto de Hilario para meterse a ver gratis las funciones de lucha libre profesional en la Plaza de Toros Torreón, era ir a bolear los zapatos de los encargados de la puerta de ese inmueble, actividad que combinaba con su labor como voceador de los diarios locales.
Su gusto por este deporte, lo llevó a ingeniárselas para lograr sus objetivos y uno de ellos era entrar al entonces templo de la lucha libre lagunera, ahí, donde luchaban los grandes del encordado lagunero y de todo México.
Justo ahí, Hilario, quien había quedado huérfano de padre desde los cinco años, vio en acción a elementos como los Hermanos Espanto, Polo Torres, El Santo, Blue Demon, Huracán Ramírez y muchos más, que en ese entonces eran las figuras principales de la lucha libre.
Aunque su gusto era tanto por este deporte, el pequeño Hilario nunca imaginó que al paso del tiempo, el destino le tenía separado un lugar entre los grandes del pancracio y que años después se convertiría en un luchador profesional, dando vida primeramente al Olímpico, después a Violencia, El 82 y finalmente, en la etapa de su consagración, a Gran Markus II, gracias a que el inolvidable Juan Chavarría (Gran Markus), le vio cualidades para continuar su leyenda en el ring y le facilitó el uso de su nombre de batalla.
UN ANUNCIO LE ABRIÓ LAS PUERTAS DEL PANCRACIO
Aunque su interés no estaba puesto precisamente en la lucha libre, fue un anuncio clasificado en un diario local, el que le abrió las puertas de este deporte. En él se invitaba a los jóvenes a entrenar lucha en la Plaza de Toros. La publicación del citado anuncio, la habían ordenado a fines de los 70's, Halcón Suriano, Héctor López y Vicente Nuño, entre otros.
"Yo me arrimé para ver qué pasaba y creo que resulté buen alumno del Halcón Suriano, Héctor López y La Sombra, quienes me compartieron sus conocimientos sobre este deporte.
Fueron casi tres años de intensa preparación, hasta que ellos me dieron el visto bueno para debutar. Puedo decir que mi preparación fue tan buena, que nunca sufrí una lesión producto de la lucha libre, apenas un desgarre en una de mis rodillas, pero debido a que jugaba futbol''.
En este establo de luchadores, compartió créditos con elementos como Blue Panther, Ángel Azteca, Asterión, Chicano Montana y El 81, este último, quien al paso del tiempo se convertiría en su gran pareja de los encordados. "Llegamos como unos 70 a los entrenamientos, pero al final sólo quedamos 12; el trabajo era muy pesado y no cualquiera lo aguantaba''.
Su debut se dio a principios de los 80's en la Arena El Cachorro de Ciudad Lerdo, donde se presentó como El Olímpico en un combate contra El Robot, quien al paso de los años se convertiría en réferi. Ese nombre lo sostuvo apenas un mes, ya que luego se asoció con Chicano Montana, para formar la dupla de Mister Violencia I y II.
Poco tiempo después la pareja se disolvió y llegó finalmente la más fuerte alianza de su vida luchística, al aparecer la dupla de las Súper Máquinas 81 y 82, donde hizo pareja con Rafael Flores (hijo de La Sombra). Ambos gustaban del futbol americano y adoptaron la imagen de dos poderosos tackleadores del emparrillado, con equipos que asemejaban uniformes del futbol americano.
Años después, se integró al equipo el Gran Kaiser, quien adoptó el nombre de Súper Máquina 80, aunque su carrera se vio frustrada antes de cumplir el año en este equipo, al ser asesinado en un lamentable hecho.
La dupla ganó en Guadalajara las máscaras a los Tigres del Ring, además del Campeonato del Norte, para lo cual vencieron a Chucho Villa y Témoc Torres, para después perderlo ante Jungla Negra y Humberto Garza.
La alianza de los dos "mastodontes'' laguneros, no pudo ser para siempre y el fuerte carácter que les caracterizaba explotó, para dar origen a una gran rivalidad que terminó con un duelo de máscara contra cabellera en el Palacio de los Deportes de la colonia Moderna. El 81 dio cuenta de quien fuera su gran amigo y descubrió la personalidad de Hilario Martínez Quintero (El 82). Previamente, El 81 había perdido la máscara ante otro rival.
SE CONSAGRA COMO GRAN MARKUS II
Rota definitivamente la sociedad con El 81, Hilario emprende su camino y con el apoyo de Juan Chavarría, adopta el nombre de Gran Markus II, etapa en la cual logra consagrase en el encordado nacional, siempre bajo la tutela de la Empresa Mexicana de Lucha Libre.
En este nivel alternó con las figuras de esta nueva etapa y por un buen tiempo hizo equipo con el tapatío Gran Markus Junior (Tony Benneto), también conocido como "El Tráiler Asesino'', junto con quien hiciera una gran mancuerna, al estar juntos dos elementos con 135 y 120 kilos de pesos, respectivamente.
Pese al éxito en el ring, los compromisos de trabajo contraídos, al desempeñarse como elemento de seguridad, supervisor en una compañía gasera y después coordinador de una empresa de transporte de pasajeros a Estados Unidos, el retiro se hizo obligado para el enmascarado blanco, quien en el año 2000 dijo adiós al encordado en San Antonio, Texas, donde se enfrentó a Bathú.
"Fue una despedida no planeada, simplemente ya no volví a luchar, me absorbió mi trabajo, donde ganaba bastante bien y así pasó el tiempo, no hubo despedida, nada por el estilo''.
Don Hilario, hoy convertido en un hombre de 52 años, quien colabora como comisionado en la H. Comisión de Box y Lucha Libre de Torreón, recuerda con cariño su gran etapa como profesional, cuando como en el 82, le tocaba lucha con las grandes figuras como Mil Máscaras, Huracán Ramírez (su ídolo), El Sicodélico, Aníbal, Mano Negra, El Solitario, Rayo de Jalisco Junior, Enrique Vera, Dos Caras, Cien Caras, Universo 2000 y Universos 2000 y los juniors de Blue Demon y El Santo, entre muchos más.
UNA ESCUELA DE LUCHA, SU ILUSIÓN
Ya en el retiro, don Hilario afirma tener el deseo de compartir sus conocimientos a las nuevas generaciones y para ello, considera la posibilidad de hacer una escuela, donde toda su experiencia, vivencias y técnicas aprendidas a lo largo de años de trabajo, puedan pasar a los niños y jóvenes que deseen convertirse en gladiadores profesionales.
"Es bonita la lucha libre, pero a los muchachos les falta seriedad y profesionalismo; hoy todo lo hacen volando y se olvidan de las bases técnicas que debe tener un buen gladiador, del respeto a su profesión, a su persona, al público y al deporte en sí''.
Consideró que la lucha libre, como todo, debe evolucionar, por siempre para ofrecer algo mejor, no para denigrar una actividad que por décadas ha sido uno de los principales espectáculos del pueblo mexicano.
LA ANÉCDOTA
"Una vez en Monterrey, luchamos mi pareja y yo ante elementos de esa ciudad. Durante el combate, un aficionado me lanzó un vaso con cerveza a la espalda y me hizo enojar, me volví y le lancé un golpe, pero de inmediato sus guardaespaldas se me fueron encima y me colocaron sus pistolas en la cabeza.
Rafael (El 81), era una excelente persona, muy tranquilo, pero muy explosivo cuando se enojaba y cuado vio lo que me hacían esos tipos, se metió y les puso una golpiza a ambos elementos''.
El gladiador recordó que fue tal el escándalo que se generó, que ambos fueron a dar a la cárcel; al aclararse el incidente, se dieron cuenta que el agresor era un diputado que estaba ebrio en el lugar y que al calor del alcohol, se le antojó aventar un vaso con cerveza al rudo lagunero, sin imaginar lo que provocaría.
Fiha personal
n Nombre: Hilario Martínez Quintero
n Edad: 52 años.
n Fecha de nacimiento: 21 de octubre de 1957
n Colonia: Potrero del Llano (La Moderna)
n Sus estudios: Primaria (Escuela Gabriel Calzada), Secundaria (Abierta) y Preparatoria (Abierta).
n Su familia: Casado primeramente con la señora Socorro Macías (q.e.p.d.), con quien procreó tres hijos (Juan, Lalo y Socorro). Posteriormente se casó con su actual esposa, señora Laura Esther Gómez, con quien procreó a Diana y José Eduardo.
n Actualmente tiene 13 nietos.