El comportamiento de los precios de los energéticos en el mercado interno y el de los insumos industriales y productos agropecuarios a nivel internacional, constituyen los principales elementos de riesgo para la inflación en México durante este año, estimó el grupo financiero Santander.
Para el departamento de análisis estos elementos son la principal diferencia en cuanto a que la variación del Indice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se ubicaría en 3.9 por ciento, comparado con la previsión del Banco de México de alcanzar la meta de tres por ciento anual.
Así, proyecta que en 2011 la inflación finalizará por debajo de cuatro por ciento, apoyado en ausencia de impactos significativos de impuestos, así como en revisiones en los salarios contractuales consistentes con las expectativas de inflación y las ganancias en productividad.
Sin embargo, refiere que los precios del sector público, como son los de la gasolina, gas y electricidad, tienen como determinantes fundamentales los lineamientos aprobados por el Congreso para este año, por lo que las presiones económicas seguirán.