1.- Valetodo. Como en las peleas de Pago por Evento donde los luchadores se meten a un ring enrejado y gana el que salga vivo, los partidos políticos en México han hecho de las elecciones un juego de élites en donde sólo se respeta una regla: el que junte más votos (como sea) gana. Los Ejecutivos usan los presupuestos oficiales a favor de sus candidatos, los aspirantes pueden rebasar sus gastos de campaña, circula dinero bajo la mesa; se valen del corporativismo, del acarreo, de la compra de votos, las inequidades, y lo único que cambia es la relación víctima-victimario: el PRI se queja en Guerrero de lo que hace en el Estado de México, el PRD se queja en el Estado de México de lo que hace en el DF y el PAN se queja en el DF de lo que hace desde el Gobierno Federal. Los árbitros les deben sus chambas a los partidos, y se hacen de la "vista gorda": el TEPJF, el IFE y los institutos electorales son nombrados a veces por dedazo de los mandatarios, a veces por un arreglo entre fuerzas políticas por cuotas.
2.- La lana. El perredista Alejandro Encinas anunció que quiere anular la candidatura del priista Eruviel Ávila por exceso en los gastos de campaña. Deberían hacer dos auditorías: una para descubrir cómo le rindió tanto el dinero a Eruviel que se veía por todas partes y otra para indagar dónde quedaron los más de 140 millones de pesos destinados a Encinas para su campaña, que no se vieron por ningún lado y terminó con menos porcentaje que Yeidckol Polevnsky hace un sexenio.
3.- Aguafiestas. La elección en el Estado de México terminó el jueves 24 de marzo por la noche, cuando el gobernador Enrique Peña Nieto invitó a cenar a Eruviel Ávila para decirle que él sería "el bueno". Sin fractura priista, la oposición mexiquense terminó de perder su posibilidad de hacer alianzas y ser competitivo.
4.- Gulp. Tras anunciar su impugnación, pregunté a Encinas si podría nombrarse "gobernador legítimo". Contestó: "Yo no estoy para vaciladas".
5.- PAN-PRD 2012. Hace justo un año el PRI fue noqueado por la alianza PAN-PRD, que festejaba triunfos en Oaxaca, Puebla y Sinaloa, y casi en Durango e Hidalgo. Ahora les tocó visitar la lona. En la dirigencia perredista de Los Chuchos, la jefatura de Gobierno de Ebrard y Los Pinos de Calderón empiezan a platicar otra vez sobre coaligarse para vencer al PRI en la presidencial.
6.-Ney-arit. El PRI se dividió en Nayarit y casi pierde la gubernatura. Se salvaron sólo porque el perredista Guadalupe Acosta y la panista Martha García no se pusieron de acuerdo. El mandatario Ney González quería que su esposa lo sucediera en el cargo. Ni de candidata a diputada local la dejaron. Rompió con dos senadores que terminaron apoyando al PAN.
7.-Hermano mayor. Humberto Moreira fue gobernador con el 57% de los votos. Su hermano Rubén, con 60%. Su rival, compadre del presidente Calderón, está listo para regresar a su escaño.