Santiago, Chile.- La cantante mexicana Lucero y el animador chileno Felipe Camiroaga rememoraron su ?amistad? veraniega de 1992, durante una entrevista que éste le realizó para su programa ?Ciudad Gótica?, en Televisión Nacional de Chile (TVN).
El diálogo entre Lucero y Camiroaga, en la residencia de la artista mexicana en la ciudad de México, incluyó recuerdos y algunas alusiones que quisieron ser ?sugestivas?, sobre su ?amistad? en el verano del 1992.
Lucero fue en esa oportunidad una de las estrellas invitadas y jurado en la competencia del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, en el que también participó Camiroaga, y sus encuentros fueron calificadas aquí entonces como un fugaz romance.
Camiroaga y Lucero contaron entre risas cómplices como en esa oportunidad pasearon por la playa viñamarina, en horas de la madrugada, aunque sólo eran amigos, y cómo a ella ?se le rompió la media? cuando caminaba descalza por la arena.
En todo caso del tenor de la entrevista lo único que quedó en claro es que se conocieron, fueron y siguen siendo amigos, que su relación es inofensiva, se comunican un par de veces al año a través del e-mail, y que Mijares es celoso, ?pero no tiene muchas razones?.
Según medios locales, la entrevista y sobre todo algunas ?bromas?, sobre que el hijo de Lucero y Manuel Mijares se parecía ?bastante a mí?, dicho sin mucho tino, pero tampoco con convicción por Camiroaga, habría provocado las iras del esposo de la intérprete.
De acuerdo con esas versiones, el propio animador chileno se encargó de confirmar, también medio en serio y medio en broma, la situación habría provocado poco menos que una crisis matrimonial.
En la entrevista, Lucero volvió a admitir que se equivocó al defender a un guardaespaldas suyo que amenazó con un arma de fuego a periodistas, y aseguró que el incidente había quedado superado y que había restablecido sus vínculos con la prensa mexicana.
Finalmente Camiroaga y Lucero, jugaron a darse un beso en pantalla, pero la imagen se congeló, castamente, cuando los labios de ambos estaban a milímetros, sin que se llegara a consumar.