Conforme avanzan las investigaciones del Congreso de Estados Unidos sobre el fallido operativo "Rápido y furioso", cada vez hay menos dudas de que los altos mandos del Departamento de Justicia, a cargo del fiscal general Eric Holder, tenían conocimiento sobre el plan.
Los senadores republicanos Charles Grassley y Darrell Issa aseguraron que "funcionarios de primer nivel en el Departamento de Justicia" estaban "indudablemente enterados" del tráfico tolerado de armas hacia territorio mexicano.
En una carta enviada al fiscal Eric Holder, los congresistas demandaron copias de todas las comunicaciones existentes entre por lo menos una docena de mandos del Departamento de Justicia durante el desarrollo de lo que llaman el "imprudente programa", aunque no se revelaron los nombres de los funcionarios.
La cadena CBS News señaló que las nuevas acusaciones se encuentran entre las más serias desde que se destapó el escándalo del plan "Rápido y furioso", que durante meses permitió la entrada ilegal de miles de armas a México que a la larga terminaron en manos de los cárteles de la droga.
La semana pasada el director de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas (ATF, por sus siglas en inglés), Kenneth Melson, denunció que agentes del FBI y la DEA le ocultaron su participación directa en el esquema ilegal de tráfico de armas, con lo que por primera vez desde que iniciaron las investigaciones se involucró a otras agencias también dependientes del Departamento de Justicia.
Hasta el momento sólo se había responsabilizado a mandos de la ATF por el fallido operativo, sin embargo, los senadores Grassley e Issa han presionado para llegar al fondo del asunto, y aseguran que funcionarios de primer nivel dentro del Departamento de Justicia tenían conocimiento de la operación.
El titular de esa dependencia, el fiscal general Eric Holder, ha desmentido en diversas oportunidad que él o la gente bajo su cargo estuvieran al tanto del tráfico tolerado de armas hacia territorio mexicano.