Vigilancia. Policías armados patrullan el mercado de Zaveri donde el miércoles se registró una explosión.
Los tres atentados con explosivos que mataron a 17 personas en la capital financiera de la India generaron ira ayer por la incapacidad del Gobierno de detener al terrorismo a pesar de las reformas de seguridad tras los ataques en Mumbai en 2008.
La autoridades aseguran que se han llevado a cabo reformas extradordinarias desde que 10 terroristas paquistaníes atacaron la ciudad hace tres años. Sin embargo, después de los atentados del miércoles, el Gobierno advirtió que probablemente nunca podrá poner fin al terrorismo en India, un país localizado en una región plagada por extremistas. "Vivimos en la región más turbulenta del mundo", dijo el ministro del Interior, Palaniappan Chidambaram, al referirse a los paises vecinos Pakistán y Afganistán. "Todas las partes de la India son vulnerables".
Ningún grupo terrorista se ha responsabilizado de los atentados coordinados que, con minutos de diferencia, estremecieron a tres barrios distintos durante las horas pico el miércoles en la noche. Las autoridades no tenían de inmediato pistas sobre quién o quiénes estuvieron detrás de las explosiones.
Argentina mandó una carta al Gobierno Indio que decía: "El Gobierno argentino condena enérgicamente la reciente ola de atentados que tuvo lugar en Mumbai y expresa su repudio a todas las manifestaciones de terrorismo. Asimismo se solidariza con el Gobierno y el pueblo de la República de la India", señaló. "Del mismo modo, las autoridades argentinas desean solicitar al Gobierno indio transmita su hondo pesar a los familiares de las víctimas", agregó.
Chidambaram dijo que no se tuvieron informaciones anticipadas de inteligencia que advirtieran de los posibles atentados.
"Los que perpetraron este ataque trabajaron de manera muy, muy clandestina", dijo. El primer ministro Manmohan Singh, quien viajó a Mumbai para reunirse con las víctimas, emplazó a las autoridades a "perseguir sin cesar a los culpables".
Efe