La bilis es una solución acuosa formada en el hígado por la mezcla de ácidos biliares, colesterol y otros lípidos. Es llevada por un conducto a la vesícula donde se almacena antes de ser enviada al intestino, allí se mezcla con las grasas, lo que permite el metabolismo y la absorción de éstas. El exceso de alguno de sus componentes, generalmente el colesterol, hace que la bilis se espese y forme un sedimento conocido como lodo biliar, que al endurecerse forma cálculos.
En el adulto se consideran factores predisponentes, la edad, obesidad y las hormonas femeninas. Esto último explica el porqué este padecimiento es muy frecuente en la mujer multípara y en la que toma anticonceptivos.
El 70% de las personas a quienes se les detectan cálculos en la vesícula por ultrasonido, no manifiestan síntomas, por lo que se les da el diagnóstico de colelitiasis asintomática. La actitud en estos casos deberá ser expectante, ya que el 20% de ellas no desarrollará enfermedad.
Otros pacientes sufren de cólico biliar posterior a la ingesta de comida rica en grasas; se trata de un dolor recurrente en la parte superior derecha del abdomen que se extiende hacia la espalda y suele durar de 1 a 3 horas. La conducta en este caso es dar tratamiento médico y sugerir una dieta baja en grasas y rica en fibra. La cirugía deberá programarse después de que sea controlado el cuadro doloroso, de esa manera se reduce la posibilidad de un accidente durante la operación.
Cuando el dolor se hace continuo y persiste por más de 24 horas, con fiebre y elevación de los leucocitos o células de defensa de la sangre, estamos ante una colecistitis aguda. Si los síntomas desaparecen con el manejo médico, se recomienda realizar la cirugía 6 a 8 semanas después.
En caso de que el cuadro continúe por más de 72 horas, o si el paciente es senil y/o diabético, se deberá hacer una cirugía de urgencia para evitar una complicación grave como la colecistitis enfisematosa, empiema o peritonitis, que ponen en peligro la vida.
Si la operación no se practica, la enfermedad se hace crónica (colecistitis crónica) con riesgo de nuevas complicaciones como migración de los cálculos al conducto principal (coledocolitiasis) obstruyendo el drenaje de la bilis al intestino provocando ictericia, reflujo al páncreas (pancreatitis aguda) o infección que se extiende al hígado (colangitis). Complicaciones todas con un alto porcentaje de mortalidad.
La operación de la vesícula es frecuente y su recuperación suele ser rápida cuando se hace por vía laparoscópica, con sólo un 0.4% de complicaciones quirúrgicas.
La próxima colaboración será del Dr. Heriberto Méndez Vigatá, pediatra. *Profesor de Anatomía y Cirugía. Secretario Académico de la Facultad de Medicina U.A. de C. Correo electrónico: [email protected]