Creo necesario reconocer el poder ofensivo de Santos Laguna en el partido ante Pachuca, cuando en este espacio aseguré que la formación que Diego Cocca iba a presentar para este duelo, no iba a funcionar. Podría analizar algunos detalles en el aparato ofensivo del equipo que para mi gusto no acaban de cuajar, pero cuando un entrenador te presenta como resultado final un contundente 4-1 a favor en calidad de visitante, uno no puede alegar mucho.
Extraordinaria la labor de Christian Suárez por el lado derecho, que es inventiva de Cocca, ya que se esperaba que este refuerzo lo hiciera por el costado izquierdo, sustituyendo las labores de Fernando Arce. Pero la dinámica, rapidez y peligrosidad con que el ecuatoriano atacó y despedazó rivales por ese sector, dará de mucho qué hablar por el resto de la temporada.
Y cuando un delantero tiene un romance con la red, como es visible lo tiene Oribe Peralta, prácticamente todo va a salir bien. En lo particular me gustaría ver a Ludueña más atrasado y jugando con Darwin Quintero, éste quizá en lugar de José María Cárdenas. Si Santos fue peligroso, imagíneselo usted con Suárez, Oribe, Darwin y Ludueña desde el inicio. Lo digo porque si bien es cierto que Darwin entró en el segundo tiempo y dio el pase para el tercer gol de Oribe, la verdad es que cuando salieron Suárez y Ludueña para darle cabida a Darwin y Toledo, el equipo perdió el control de la media cancha y el embate del Pachuca fue contundente, a tal grado que lograron un gol y Santiago Hoyos evitó de milagro el segundo de los Tuzos. Está bien meter a jugar a Darwin, pero si le quitas a Ludueña y a Suárez, lo dejas sin alternativas y no lucirá igual.
Fue muy bueno el resultado, nadie lo hubiera adivinado así, ni el propio entrenador, pero creo sano aterrizar el cuándo y contra quién se jugó: pues este Pachuca estaba más inmóvil que un tronco milenario y más duro que la cabeza de muchos conocidos. Se nota el acertado trabajo de pretemporada, que existe una idea y ojalá no se vaya a caer en una dependencia a la velocidad de Suárez, como ha ocurrido en otras generaciones con Pony o Benítez. Entusiasma el triunfo de visitante y el cómo se logra, aunque a Cocca le queda la tarea pendiente de controlar la media cancha, visiblemente perdida durante largos lapsos en Pachuca. Muy acertado también el debut del joven Escoboza, que se le vieron ganas, bríos y que luchará por más oportunidades en la delantera verde. Conforme pasen las semanas veremos si Santos encuentra el conjunto o será un equipo que saque los resultados en base a individualidades. El equilibrio entre ambas cosas, es la clave de un equipo protagonista.