Se posiciona como el fabricante número uno de teléfonos inteligentes en el mundo, al comercializar 20.3 millones de iPhones. (Archivo)
La compañía californiana Apple se convirtió en el primer fabricante de teléfonos inteligentes en el mundo durante el segundo trimestre de 2010, al superar por primera vez a Nokia en esa clasificación, según datos publicados hoy por la consultora Strategy Analytics.
Apple comercializó 20.3 millones de iPhone en ese período por 16.7 millones de teléfonos inteligentes de Nokia, cuyos números fueron inferiores incluso a los de Samsung.
La empresa surcoreana es actualmente el principal rival de Apple en el sector, tras despachar 19.2 millones de sus teléfonos de alta gama entre abril y junio.
"El negocio global de los teléfonos inteligentes creció un saludable 76 % en términos interanuales hasta llegar a un récord de 110 millones de unidades en el segundo trimestre de 2011" , explicó Alex Spektor, analista de Strategy Analytics, en un comunicado difundido por la compañía.
"Anteriormente ya habíamos informado de que Apple era ya el fabricante de teléfonos inteligentes más grande del mundo por facturación y ganancias. Ahora, cuatro años después del lanzamiento del primer iPhone, se ha convertido en el fabricante más importante en volumen" , indicó Spektor.
Las perspectivas de la consultora apuntan a que los creadores del iPhone continuarán incrementando sus ventas a escala mundial gracias especialmente a su crecimiento en China.
Apple ostenta una cuota de 18.5% en el mercado de los teléfonos inteligentes, un punto porcentual más que Samsung, mientras que Nokia, la tercera empresa en esta clasificación, cuenta con 15.2% del total.
Entre abril y junio de 2010, Nokia dominaba el mercado de los teléfonos inteligentes con una cuota de 38.1%, por 13.5% de Apple y 5% de Samsung.
Actualmente Nokia atraviesa un período transitorio en el que está migrando su sistema operativo Symbian hacia la plataforma Windows Phone creada por Microsoft, una tecnología con la que el gigante finlandés aspira a mejorar su competitividad frente a sus rivales.