El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Alejo Zavala Castro, descartó que la Iglesia católica, excomulgue a los narcotraficantes, "porque ellos mismos con sus cosas desagradables se excomulgan".
Indicó que a pesar de que en las misas de los domingos continuamente los sacerdotes insisten que dentro de la familia y el trabajo, se genere un ambiente de paz, de tranquilidad y convivencia, "de repente aparecen -los grupos del crimen organizado-de una forma desagradable".
Zavala Castro agregó que la Iglesia no necesita de excomulgar a quienes realizan "esas cosas desagradables" ---ejecuciones y descuartizamientos--, porque según el prelado "se excomulgan solos con esas acciones negativas".
Añadió que el llamado es no sólo a los grupos del crimen organizado, sino a todo mundo, para que reflexionen en los proyectos de vida de Dios, porque según las ejecuciones y descuartizamientos, "no es un plan de Dios, es un plan del espíritu del mal, del demonio en concreto".
También ante la posible injerencia del narcotráfico en las elecciones de este año, pidió que todos recuerden que el poder proviene de Dios, "a la misma gente le pedimos que piensen en eso, que acudamos a Dios para hacer una elección conveniente, honesta y recta, porque la injerencia es mala venga de quien venga, el voto debe ser libre, meditado y personal".
Luego se refirió a la restauración de la catedral Asunción de María, que resultó dañada por el sismo de 6.8 grados en la escala de Richther el pasado 10 de diciembre.,
Pidió al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que junto con el gobierno, aceleren los estudios técnicos sobre la reparación o demolición de la catedral "porque ya nos da pena ofrecer misa a la feligresía en la plaza cívica".
Aclaró que por la disminución de las limosnas debido a la grave crisis económica que afecta a los creyentes, el costo de la reconstrucción de la catedral, deberá correr a cargo del INAH y el gobierno, "porque nosotros no vamos a aportar nada, vamos a pedir la cooperación a la gente".
